Gallitos por revertir la historia

Por: Joaquín Gómez Serra

Revertir la historia es el único camino posible para Sancti Spíritus si aspira a reeditar o mejorar el segundo puesto de la pasada campaña. Terminó la primera fase de la III Serie Nacional de Béisbol sub-23, y Los Gallitos cerraron los primeros doce partidos con balance de cuatro juegos ganados, siete perdidos y uno suspendido ante Camagüey, desempeño que los lleva al tercer escaño del grupo C.

Nefasto fue el fin de semana para los ahijados de Lázaro Martínez al caer en los cuatro encuentros desarrollados en los predios del estadio José Antonio Huelga ante su similar de Ciego de Ávila, líderes del país con 10 sonrisas y sólo dos derrotas.

Lo mostrado sobre el terreno por los peloteros yayaberos da cabida al adagio cubano que expresa: del dicho al hecho, va un gran trecho. A los Gallitos, en esta primera fase, ninguno de los parámetros bateo-pitcheo-defensa, le respondieron a cabalidad.

Veamos por qué. Ante los peloteros de la tierra de la piña apenas anotaron siete carreras mientras su cuerpo de lanzadores permitía 21, con siete errores.

Lo llamativo de este descenso es el accionar que tienen al jugar como home club o en estadios de sus municipios, donde sólo han ganado un encuentro frente a seis reveses, y como visitadores tienen 3-1. Ello los lleva a ubicarse en la tabla de posición en el sitial 13 a nivel de país.

Bate en mano promedian para anémico 241 de average, en el puesto 11 de Cuba, ya que otros cinco equipos presentan más bajo promedio ofensivo, en un torneo donde los 16 elencos compilan de forma general para sólo 250, lo cual demuestra la escasez de bateo que existe hoy en la pelota cubana.

Los males de los espirituanos siguen siendo los mismos. Sus bateadores dejan muchos corredores en posición anotadora, ya que de 161 encontrados sólo han impulsado hacia el home plate 22 carreras;  en 11 partidos han marcado en 32 ocasiones para promedio de 2.99 carreras por juego, la cifra más baja de la Serie. Sus lanzadores permiten 3.59 carreras limpias cada nueve entradas de actuación, lo cual reafirma, que de no mejorar en estos parámetros de juego, las posibilidades de clasificar serán muy remotas.

Los serpentineros yayaberos trabajan para un WHIP* de 1.43, el tercero más alto de la lid, a la vez que han permitido 45 carreras y los contrarios son los segundos a los que más le batean (268), sólo antecedidos por Guantánamo, con 314.

Aunque no han permitido jonrones, les han conectado 17 extrabases, han propinado 11 pelotazos y 9 wild pitch. Los 3.59 pcl cada nueve entradas los ubica en el escaño 12, entre 16 contendientes, y sólo son superados por La Habana, actual campeón, con 3.72; Isla de la Juventud, 4.05; Mayabeque, 4.67 y Guantánamo, el peor de todos, con 7.19.

La defensa vuelve a ser otro punto neurálgico, ya que sólo tres escuadras lo hacen peor, al promediar los espirituanos 960,  con 18 errores en 11 encuentros; por su parte, a los  receptores le han robado 12 bases en 21 intentos.

Dentro de tantos males hay que destacar el bateo individual de

Julio C. Pérez Castro, con 14 hits en 36 veces al bate, y average de  389, además de tener 6 carreras impulsadas y 5 anotadas, OBP de 463 y SLU 472, y el trinitario Alberto Rodríguez  Sorí con AVE 297/OBP 409/SLU 351.

Desde el box, el derecho Yosbel González es el mejor en PCL con 1.42, mientras el sureño Osvaldo Santiago es el único con dos decisiones satisfactorias (1 victoria y un salvamento) en seis salidas.

Comienzan nuevas subseries y Sancti Spíritus se medirá a las Tunas. Ganar  tres de cuatro partidos, y dejar atrás el maleficio de perder en el Huelga, será  la meta de los espirituanos en este inicio de la segunda fase de la III Serie Nacional de Béisbol sub-23, y así aprovechar que juegan ante el sotanero de la llave C, equipo que batea 240, pero sus lanzadores presentan 2.71 pcl como carta de presentación.