Por Benito Joaquín Milanés, Enviado especial
El proceso para desmantelar el polígono de pruebas nucleares de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), comenzará desde hoy y hasta mañana, según el programa distribuido a la prensa.
La hora precisa para apretar el primer detonador de los explosivos de alto y mediano poder, dependerá de las condiciones meteorológicas, en especial la dirección de los vientos y de torrenciales aguaceros que se registran en la zona.
A cargo de la acción estará el Instituto de Armas Nucleares y otros organismos de la RPDC, según una indicación del Tercer Pleno del VII Período de sesiones del Comité Central del CC del Partido del Trabajo de Corea, efectuado a mediados de abril pasado.
Ningún periodista acreditado pudo entrar a ese lugar o a la República Popular Democrática de Corea, aparatos o equipos Geiger para medir niveles de becquerel (Bq), unidad de actividad radiactiva a partir de la detección partículas y radiaciones ionizantes u otros elementos con iguales propósitos.
Tras la demolición absoluta, los túneles del campo de pruebas quedarán sellados completamente y en ninguno de los casos se ha hecho pública su cantidad de galerías y puertas de acceso desde el exterior.
Posteriormente, será evacuado de manera ordenada el muy limitado pool de prensa extranjera e invitados especiales a presenciar la demolición de este sitio de ensayos nucleares que Pyongyang puso en funciones en 2006 que está ubicado en una remota zona intramontana, al noreste de la capital.
Junto a ellos serán retirados de manera escalonada los equipos de observación nacionales e internacionales y otros pertenecientes a centros de investigaciones científicas y unidades de protección del polígono.
En poco más de 10 años se realizaron con éxito en este lugar seis pruebas nucleares de diferentes envergaduras, la última de ella a inicio de septiembre pasado y fue una bomba de hidrógeno de 250 kilotones destinada a ser utilizada en cohetes intercontinentales.
Oficialmente las pruebas nucleares concluyeron el pasado 21 de abril, vísperas de la conversación en Panmunjon entre el presidente de Corea Democrática, Kim Jong Un, y su homólogo surcoreano, Moon Jae-in.
El traslado hasta esta aldea fue en avión y en tren desde Pyongyang, desde el popular balneario y puerto de Wonsan. La localidad está ubicada a dos kilómetros de las montañas de Mantapsan y viajar hacia ella demoró casi medio día y resultó cómodo, seguro, debido a las condiciones creadas por los excelentes anfitriones de Corea Democrática.
(Tomado de Prensa Latina)