La 44 Cumbre del G7 entra hoy en su segundo y último día, tras un inicio en la bella ciudad turística canadiense La Malbaie, en que se anunciaban muchos truenos, pero dejó solo pocas nueces.
Los líderes del G7 reunidos en el hotel Fairmont Le Manoir Richelieu condujeron el encuentro sin abordar temas peliagudos, demasiadas son las tensiones generadas por el creciente proteccionismo de Estados Unidos en detrimento de sus históricos socios.
Según trascendidos de prensa, los peores augurios de un enfrentamiento abierto parecieron mitigarse de momento después del almuerzo de trabajo y la foto de familia con lo cual comenzó esta cita al más alto nivel.
Durante la jornada también el estadounidense, Donald Trump, tuvo su tope bilateral con el anfitrión, el primer ministro, Justin Trudeau, y habló previo a la arrancada de la sesión con su par francés, Emmanuel Macron.
Apenas 24 horas antes en la red social Twitter, Trump, había arremetido contra los dos líderes: ‘Díganle al primer ministro Trudeau y al presidente Macron que están cobrando aranceles masivos a los Estados Unidos y crean barreras monetarias. El superávit comercial de la UE con Estados Unidos es de 151 mil millones de dólares (…) Espero verlos mañana’.
Para los observadores el ambiente más calmado se sustenta en que este viernes se habló de perspectivas económicas e inteligencia artificial, sin tocar aspectos como el comercio o el cambio climático que sí son ‘explosivos’.
Habrá que ver qué ocurrirá este sábado cuando los jefes de Estado o Gobierno empiecen a hurgar en la llaga: las relaciones comerciales, punto que deja aislado a Trump de sus socios de la Unión Europea, Canadá y Japón.
Pero el gobernante republicano se perderá lo que acontezca -al menos la mayor parte- porque abandonará La Malbaie antes de finalizar la cumbre en una jugada de escape ya advertida.
Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Japón, integran esta asociación, cuyo peso económico representa cerca del 64 por ciento de la riqueza mundial.
Algunos anticipan que se intenta consensuar una declaración final que firmen los siete (Angela Merkel, Justin Trudeau, Donald Trump y Emmanuel Macron, así como los primeros ministros italiano, Giuseppe Conte; japonés, Shinzo Abe; y británica, Theresa May).
Sin embargo, cómo alcanzarlo si el jefe de la Casa Blanca abandonó el acuerdo de París porque nunca creyó en el cambio climático; salió del pacto sobre el programa nuclear iraní y acaba de iniciar una guerra comercial condimentada por los fuertes aranceles a las exportaciones de acero y aluminio de sus aliados.
Como quien deja una ventana abierta, Macron subrayó el jueves que la cumbre ‘al menos reforzará los acuerdos entre los seis’, en alusión al bloque sin Washington, en caso de que al término, en materia de declaración final haya un escenario G6+1 en vez de G7.
(Tomado de Prensa Latina)