El propósito es evitar que la lluvia dañe aún más el interior de la edificación, que ya recibió grandes cantidades de agua durante las labores para controlar el siniestro.
Un incendio de dimensiones impresionantes asoló la catedral el 15 de abril y provocó daños notables, como la caída de la aguja central, de 93 metros de altura, y la destrucción casi completa del techo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió reconstruir Notre Dame y hacerlo en un plazo de cinco años, lo cual algunos especialistas consideran apresurado, a la luz de la magnitud del trabajo a realizar.
Por otro lado, continúan las investigaciones dirigidas a establecer las causas del fuego, y hasta ahora se privilegia la pista de un accidente durante las labores de restauración que se llevaban a cabo.
Este miércoles la prensa local reveló que la policía encontró cabos de cigarros en los andamios, y algunos trabajadores admitieron que fumaban a pesar de estar prohibido.
No obstante, los investigadores evocan como más probable la hipótesis de un cortocircuito en instalaciones eléctricas. (Agencia Prensa Latina)