Contribución local garantiza proyectos de impacto social en Trinidad, aunque todavía insuficientes

El barrio de Las Tres Cruces, en el Centro Histórico de Trinidad, una de las zonas más beneficiadas con acciones constructivas para mejorar las viviendas. Foto: José Rafael Gómez Reguera.

Por: Ana Martha Panadés Rodríguez

Unos seis millones de pesos, aproximadamente, recibe cada año la Oficina del Conservador de Trinidad y su Valle de los Ingenios por concepto de recaudación local, dinero destinado a la ejecución de acciones constructivas y de reparación de obras, no solo con valor patrimonial.

Duznel Zerquera Amador, director de la referida entidad, refirió que esa cifra se obtiene del uno por ciento en moneda nacional (CUP) y el dos por ciento en divisas (CUC)  que las empresas y organismos de la localidad aportan para labores en Trinidad, principalmente para el área priorizada para la conservación: el Centro Histórico de la Tercera Villa de Cuba, declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El 60 % de ese monto general se invierte en las labores de restauración y conservación del patrimonio edificado; el 20 % del presupuesto va al patrimonio inmaterial, como las numerosas actividades infantiles que se impulsan. La cantidad restante se utiliza a los gastos propios de la Oficina, sus recursos para accionar y los salarios.

A través de esos fondos, la Oficina apoya la reparación de centros educacionales, de la salud, viviendas y establecimientos para los servicios. “Son importante escuelas que se restauran –afirmó el director de la Oficina del Conservador-, son farmacias, bodegas, y viviendas, uno de los programas más grandes que ellos asumen, sobre todo en el Centro Histórico.

Eso ha hecho posible que esta zona esté en la categoría de Bien, en un alto porcentaje, con pocas viviendas en estado Regular y Mal, gracias a estos niveles de intervención que se han desarrollado a nivel de ciudad, remarcó el directivo.

Si bien este aporte posibilita la ejecución de no pocas obras, todavía los niveles de financiamiento resultan insuficientes para garantizar la rehabilitación de otras instituciones y servicios, con impacto en la calidad de vida de la población de Trinidad.