Hace un año el entorno tecnológico cubano se «agitó» con la salida de dos peculiares aplicaciones. ¿Qué ha sucedido desde entonces? ¿Cuáles son las perspectivas?
Por: Yurisander Guevara
EL 21 de junio de 2018 a Cuba le «nacieron» dos buenas nuevas en el ámbito tecnológico: Apklis y toDus. Estas inesperadas aplicaciones llegaron para dar un aire de frescor al panorama móvil cubano, y tuvieron una buena acogida por parte del público.
A punto de cumplir un año, ambas plataformas se encaminan por nuevos rumbos: Apklis por consolidarse como un Centro de Aplicaciones Android que fomenta las desarrolladas en Cuba y ofrece de forma segura otras foráneas de gran aceptación entre los usuarios; mientras que toDus busca mayor estabilidad y mejores prestaciones después de vaivenes en los que transitó de ser gratuita a requerir de una conexión de datos según los parámetros establecidos con el lanzamiento del internet móvil en el país el pasado 6 de diciembre: Bolsa Nauta, tarifa por consumo o paquete.
Sobre lo hecho hasta el momento y lo que está por venir en Apklis y toDus conversamos con quienes mantienen vivas estas aplicaciones en la Universidad de las Ciencias Informáticas, lugar donde nacieron.
La niña chiquita
La incorporación de la transferencia de saldo es una nueva característica en toDus, que aspira a incorporar todas las opciones de comercio electrónico posibles.
En uno de los edificios de la UCI están los centros de mando de Apklis, toDus y Picta (esta última unos meses más joven y enfocada en el video), en apartamentos independientes que acogen a los equipos encargados de hacer que estas aplicaciones funcionen.
Yaiselis Ramírez Mastrapa, líder del proyecto Apklis, recibe al equipo de Juventud Rebelde y nos lleva a conocer a los jóvenes que tienen a su cargo el funcionamiento de la aplicación. Cinco ingenieros saludan desde sus estaciones de trabajo y, luego de un breve intercambio, siguen enfrascados en sus tareas diarias.
Sobre una pared, un televisor muestra toda la métrica asociada a la aplicación. Los números son sugerentes. Hasta el pasado martes Apklis contaba con más de 12 millones de descargas, equivalentes a 631 terabytes de datos de un repositorio que hoy atesora 2 843 aplicaciones, de ellas 200 hechas en este archipiélago.
—¿Cómo valora la aceptación que ha tenido Apklis dentro del entorno cubano?
—A un año de creada, Apklis rompe las expectativas que tenía el equipo de desarrollo. No compite, sino que convive con otras grandes tiendas de aplicaciones, donde es lógico mencionar a Google Play. Muchos pensaron que ante estos gigantes y con la llegada del internet móvil a Cuba, Apklis iba a dejar de ser usada. Sin embargo, con el paso del tiempo crece, aumenta en usuarios, peticiones y descargas de manera sorprendente.
«Ya contamos con más de 12 millones de descargas, o sea es como un millón por mes, más las actualizaciones. Cuando uno analiza estos datos, teniendo en cuenta que es una aplicación solo para Cuba, y que aún le faltan muchas otras aplicaciones en su interior, se puede decir que ha sido un buen año. Por otra parte, varias instituciones se han motivado a crear sus propias APK, porque tienen un centro donde publicarlas, siendo este uno de los objetivos de Apklis: promover el desarrollo de APK en Cuba».
—¿Qué retos y perspectivas tiene este centro de aplicaciones para el futuro cercano?
—Para su segundo año se tienen grandes expectativas. En primer lugar, el lanzamiento de la próxima versión, donde se hace un cambio de lenguaje de programación y de arquitectura de la aplicación (por esto ha demorado tanto en salir). Con ello se logra mejorar muchísimo el rendimiento, aumenta la velocidad de descarga y se gastan menos datos.
«Luego se tiene el reto de convertirla en una tienda de aplicaciones en la que los desarrolladores tengan la posibilidad de vender sus APK, para lo cual estamos listos en un 90 por ciento. También queremos mostrar un nuevo diseño donde se pueda resaltar distintas aplicaciones. Somos un equipo pequeño, más que un equipo diría una familia en la que Apklis es la niña chiquita, con la cual trabajamos fuerte para que crezca en cantidad de usuarios, de proveedores y de aplicaciones. Y más que crecer, queremos que mejoren sus funcionalidades y cada vez se parezca más a lo que los usuarios piden, aunque no siempre se pueda complacer a todos. El mayor reto que tenemos es fortalecernos y crecer de tal forma que cualquier cubano diga: yo descargo y actualizo mis aplicaciones con Apklis».
Un caso especial
A pocas semanas de su lanzamiento toDus llegó a tener 800 000 usuarios conectados. Fueron meses de romanticismo, y también de una intensa lucha por parte de sus desarrolladores para enfrentar un tráfico que no esperaban.
Esta aplicación de mensajería colaborativa, como la definen sus creadores, fue presentada en el marco del Primer Taller Nacional de Informatización que acogió la UCI en junio de 2018. La facilidad para comunicarse entre los usuarios, así como su gratuidad, fueron ingredientes que garantizaron su éxito.
Novatos en estas lides, los ingenieros detrás de toDus han debido superar no pocos retos. Por un lado, dificultades tecnológicas «que han atravesado todas las aplicaciones de este tipo hoy consolidadas, como WhatsApp», según dijo a Juventud Rebelde Alan Pierra Fuentes, coordinador técnico de toDus, Apklis y Picta.
Sin embargo, asegura Pierra Fuentes, la intención es continuar con la consolidación de toDus, sin que la monetización sea su centro. En la medida en que mejoren las capas de red, el uso de toDus se abarataría, aseguró.
En la etapa en que toDus fue gratis, estaba solo sobre la red de datos. Fueron nuestros primeros pasos en un sistema de mensajería, y en aquel momento pensábamos que con los sistemas implementados podíamos dar soporte a todos. Tuvimos picos de concurrencia de hasta 90 000 usuarios, y aunque la mensajería no fue ciento por ciento feliz, la gente se comunicaba, rememoró por su parte Haniel Cáceres, uno de los desarrolladores.
Con la apertura de los datos móviles, por una decisión estratégica, fue el momento de reorganizarnos y detuvimos el servicio, agregó Cáceres. Realizamos una migración de los servidores, se triplicó la infraestructura y se implementó una nueva orquestación del software.
La reapertura de toDus se produjo el pasado 31 de enero, aunque sin la posibilidad de nuevas suscripciones. Los desarrolladores mantuvieron la base de datos inicial, a la espera de ver el comportamiento de los usuarios con un servicio que fue gratis y ahora requiere de alguna contratación con la red de datos. No todos regresaron, pero hasta el pasado 4 de junio contaban con cerca de 370 000 usuarios. Ese día se reabrieron las suscripciones al público, y el número aumentó en otros 60 000 hasta este 18 de junio.
Como promedio, diariamente 170 000 usuarios utilizan el servicio. Los mensajes se suceden a razón de unos 165 000 por minuto, aunque hay picos de hasta un millón. Las horas de más tráfico están entre las diez y las 12 de la noche, aunque la mayor concurrencia resulta sobre la una de la madrugada, de acuerdo con los desarrolladores.
El pasado viernes fue lanzada la última versión disponible de toDus, aplicación todavía en fase beta (de prueba y corrección de errores), la cual es mucho más estable, afirmaron sus creadores, pero necesitan mantenerla en este este estado para recibir más retroalimentación por parte de los usuarios y lograr una mayor estabilidad.
Y es que, según relataron, en estos 12 meses el mayor problema de la aplicación ha sido garantizar una comunicación fluida. Varios miembros del equipo de toDus dijeron a JR que el trabajo constante es el que ha permitido que finalmente se vean mejorías. En el momento del intercambio con este diario estaban felices porque la «app» no había colapsado en todo el fin de semana y los mensajes se enviaban y recibían sin problemas. Aseguraron, además, que esperan mejorar todavía más el software que se encarga de manejar el tráfico para que la comunicación mejore.
Interrogados sobre la privacidad en toDus —cuestionada en ocasiones con malicia—, Alan Pierra Fuentes afirmó que esta aplicación respeta lo que está establecido en la Constitución de la República.
Tenemos una llave pública y una llave privada para la transmisión de los mensajes, explicó Adrián Arencibia Herrera, jefe de Desarrollo de toDus. Todos los usuarios envían sus mensajes encriptados, un mecanismo de seguridad que garantiza su privacidad.
Asimismo, los mensajes no se almacenan en los servidores. De hecho, este es uno de los problemas que enfrenta toDus, y por eso hoy la prioridad de desarrollo se enfoca en la mensajería «offline».
Según explicó Pierra Fuentes, si un usuario envía mensajes a otro, y este no está conectado, los mensajes estarán disponibles por solo tres días. Luego se pierden. Si el usuario pertenece a un grupo, el problema es mayor, porque no verá los mensajes a no ser que esté conectado.
Arencibia indicó que esta característica de guardar mensajes enviados para que luego sean leídos ha traído problemas a la aplicación, y se trabaja en solucionarlos. Inicialmente los mensajes offline solo duraban tres horas. Hoy extendieron el plazo a tres días, y la aspiración es lograr que sean permanentes, pero el equipo admite que les llevará tiempo.
Rosas con espinas
Apklis aumenta en usuarios, peticiones y descargas.
Lograr una estabilidad en el envío de mensajes y su permanencia en el tiempo es vital para el futuro de toDus, considera Alan Pierra Fuentes.
De ello depende que seamos capaces de incorporar nuevos servicios a la aplicación. En ese sentido, explicó que ya están casi listas características como los bots y los canales. Los primeros sirven para brindar servicios automatizados, y los segundos permitirán mayor difusión de contenidos.
El trabajo, por supuesto, no es sencillo. Adrián Arencibia explica que para desarrollar toDus se han basado en experiencias de aplicaciones similares, como WhatsApp —tomando enseñanzas de su época más abierta y con sentido comunitario, antes de que fuera adquirida por Facebook—, y también del ensayo y error, pues no pocas tecnologías están bloqueadas para Cuba.
En toDus también se sufre el bloqueo de Estados Unidos, especialmente en el acceso a tecnologías necesarias para el desarrollo de software.
Servicios como las notificaciones push creadas por Google no son accesibles desde la Isla, y ello conspira contra el feliz término de un software.
Lo que a un desarrollador le puede tomar minutos, a nosotros nos toma horas. Usted puede acceder a una explicación sobre cómo implementar algo, pero si uno de los servicios necesarios para que funcione están cerrados para Cuba, entonces debemos buscar replicar esa solución a nivel local, abunda Pierra Fuentes.
En ese sentido Haniel Cáceres rememoró cómo toDus transitó por un problema en el que se perdía una imagen del sistema de autenticación que trabajaba con respaldos en la nube porque la tecnología está bloqueada para Cuba. En la documentación, ese respaldo se asumía como «natural», y según Cáceres se explicaba al final de la misma. Hasta que descubrieron que la imagen del software desaparecía porque pretendía recuperarse a sí misma luego —y no podía hacerlo por estar bloqueada—, toDus estuvo inestable. El ejemplo muestra cómo no ha sido, ni parece que será, un camino de rosas.
El caso de Google es bien sensible, porque toda la documentación de Android, por ejemplo, está cerrada para nuestro país. No solo deben los desarrolladores de toDus —y todos los de este sistema operativo en el país—, emplear vías como VPNs para acceder a la misma, sino que requieren además de crear soluciones que ya fueron hechas por otros para acortar los tiempos de desarrollo.
Más grande, más fuerte, más cubana
Los desarrolladores de toDus ven a esta aplicación con potencialidades para brindar una puerta de acceso a terceros en aras de hacer crecer el ecosistema digital cubano.
La idea se basa, por ejemplo, en lo que hoy significa WeChat para China. Esta aplicación integra servicios de comercio electrónico, pagos digitales, juegos, mensajería y otros, para convertirse en una especie de centro digital de uso mayoritario entre los habitantes del gigante asiático.
Una vez estabilizada la aplicación, toDus podría seguir ese camino. De hecho, lo necesita para competir ante otros gigantes más consolidados en el mundo de la mensajería instantánea, como WhatsApp, Telegram o Messenger.
Y para llegar a brindar mucho, hay que empezar por algo. Ya toDus permite, tras su última actualización, el empleo de una nueva opción llamada Cartera. Los desarrolladores explican que este es el primero de los múltiples métodos de pago que podría incorporar toDus, como parte de la ampliación de sus facilidades.
En el caso de la Cartera, permite al usuario emplear la transferencia de saldo de forma automática para transacciones con sus pares.
Digamos que usted venda escobas, y alguien le quiera pagar con saldo de su móvil. Con toDus es posible crear una transacción con la Cartera, la cual genera un código QR que, al ser leído por el celular de la otra persona, recibe el saldo por el monto acordado.
Hoy en Cuba el saldo es empleado por no pocas personas en transacciones como forma de pago. Aunque no es una moneda oficial, es dinero digitalizado y tiene valor.
Los desarrolladores quieren incorporar otras funcionalidades, como las que brindan Transfermóvil y En Zona, u otros monederos digitales que necesariamente surgirán con el desarrollo del comercio electrónico en el país.
El usuario escogería la forma de pago que mejor se adapte a sus necesidades, y toDus sería la vía para facilitarlo.
En un edificio de la UCI trabajan ahora mismo menos de una veintena de jóvenes que sueñan con brindar a los cubanos productos auténticos para su uso y disfrute.
Una cuestión que siempre surge es por qué potenciar este tipo de desarrollos cuando ya existen productos similares en el mundo. Aunque también es válido preguntar, ¿y por qué no?
La perseverancia del equipo de toDus ha mantenido viva a la Cartacuba en las redes digitales nacionales, y hoy miran al horizonte con ansias de que sea más estable para incorporar nuevas prestaciones. Los números indican que también es usada por muchas personas.
Destaca asimismo la madurez que comienza a presentar Apklis, ya enfrascada en dar un giro que permita descargas más rápidas en un ambiente renovado.
Aunque son solo botones de muestra, toDus y Apklis —y esto quizá ni sus mismos creadores lo sepan—, son ejemplo del talento nacional para impulsar productos digitales que gusten. Ojalá que esta experiencia se multiplique en más y mejores opciones para todos… y ojalá sea bien pronto. (Tomado de Juventud Rebelde)