9no. Congreso de la UNEAC, en interés de todos

La Unión de Escritores y Artistas de Cuba casi llega al encuentro conclusivo de su 9no. Congreso, que se realizará del 28 al 30 de junio próximos

Por: Yasel Toledo Garnache

La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) casi llega al encuentro conclusivo de su 9no. Congreso, que se realizará del 28 al 30 de junio próximos; justamente en esa última fecha se cumplirá el aniversario 58 de las Palabras a los intelectuales, expresadas por Fidel Castro.

Desde la Asociación Hermanos Saíz, organización que agrupa a la vanguardia de escritores, investigadores, promotores culturales y artistas menores de 35 años de edad, seguimos con mucha atención el amplio proceso de análisis y debates de los miembros de la Uneac a lo largo del país.

Participamos en los intercambios de su Grupo de trabajo de Enseñanza Artística y relación con los jóvenes creadores, en la cual es prioridad favorecer la formación, acompañamiento y legitimación de las nuevas generaciones y seguir dando pasos en una plataforma común de trabajo con el aprovechamiento de los recursos y otras fortalezas de ambas vanguardias, algo que es muy propicio para la sociedad, al decir de Rafael González Muñoz, presidente nacional de la AHS.

El referido congreso, con análisis de temas medulares para la cultura y la sociedad en general, no es solo de los miembros de la Uneac, sino de toda Cuba, por lo cual resulta tan importante la socialización de los intercambios en las diferentes provincias, como se ha hecho mediante varios espacios, incluidos el Noticiero Cultural y otros del Sistema Informativo de la Televisión.

Los integrantes de la AHS tenemos la satisfacción de que muchos de ellos pasaron primero por nuestra Asociación, aquí soñaron y crecieron como creadores, algunos son parte de las dos organizaciones, hermanas en el propósito de hacer desde el arte, parte esencial del alma de la nación.

Varios integrantes de la Uneac son también Miembros de Honor de la AHS y Maestros de Juventudes, máximo reconocimiento que entregamos a personalidades sobresalientes por sus significativos aportes a la cultura e identidad cubanas, y su influencia en los escritores y artistas más jóvenes.

Comparten con nosotros anhelos e insatisfacciones y nos hablan siempre como padres que aconsejan e impulsan a dar pasos propios, con valor y responsabilidad. Muchos nos acompañaron en nuestro 3er. Congreso, efectuado en octubre de 2018, enriquecieron nuestras visiones y ayudaron desde sus intervenciones a trazar el trabajo para los próximos años.

El diálogo entre las generaciones es constante con coincidencias en cuanto a preocupaciones y sueños relacionados con el consumo cultural, la promoción, la calidad de la creación, la eliminación de la banalidad, la necesidad de aprovechar mejor la tecnología e incrementar la socialización de las obras.

Con la certeza de que «la cultura es lo primero que hay que salvar», como dijo Fidel, la vanguardia intelectual y artística cubana está enfocada en contribuir a la luz permanente del país, con fidelidad a las esencias creativas y empleo de elementos actuales, para lograr que los espacios culturales sean más atractivos y a la vez consecuentes con la espiritualidad de Cuba, sin teques ni aburrimientos.

Tenemos la responsabilidad de seguir contribuyendo a la formación de públicos críticos desde edades tempranas, que identifiquen lo verdaderamente valioso y disciernan los entramados de ciertas producciones culturales en un contexto cada día más enrevesado en lo simbólico y las propuestas comerciales y facilistas de algunos.

Resulta fundamental el trabajo integrado y armónico, sin obstáculos levantados por la incomprensión e insensibilidad de ciertos individuos. Ojalá todas las instituciones desempeñen con calidad y esmero sus funciones a favor del arte, los autores y el país.

Es Verdad también que algunos creadores suelen situarse en la disyuntiva de los intereses comerciales y los de ser consecuentes con sus propias concepciones creativas, pues el mercado no siempre privilegia las mejores propuestas. Cada vez son más numerosos los ejemplos del triunfo de lo banal, que en ocasiones hasta se convierte en referente de muchos.

Lo mejor sería que el Congreso y su deseo renovador no terminen nunca, vivan en cada creador, en las instituciones y grupos artísticos, en medio de un panorama desafiante y repleto de riesgos.

La nación necesita de avances económicos, pero también de la Uneac, de la espiritualidad colectiva, de los análisis de este 9no. Congreso, y los aportes de sus participantes como representantes de lo puro y genuino de la cubanía en general. Son días para debatir sobre inconformidades y retos, pero sobre todo para soñar. (Juventud Rebelde)