Por: Oscar Alfonso Sosa
La última semana de agosto convierte a las escuelas en un abejeo, por la laboriosidad que en ellas se constata.
Maestros, directivos, auxiliares, padres y hasta los mismos estudiantes se enfrascan en dejar cada plantel bello y listo para el comienzo de las actividades docentes.
Pintura de locales, organización, atención a los padres por parte de los directivos, entre otras, son labores que se hacen cotidianas por estas fechas en cada centro escolar.
Y en su conjunto, la comunidad va cambiando su rutina, su andar cotidiano.
(Tomado de Radio Sancti Spíritus)