Entre el 20 y el 27 de septiembre, el mundo entero se movilizará para exigir soluciones a la crisis climática que vive la Tierra. Hasta el momento, se han convocado ya mil 153 actos en todo el globo en favor de la huelga.
En España, más de 300 organizaciones se han adherido a la convocatoria para el 27 de septiembre, así como al manifiesto publicado el pasado mes de julio “En defensa del futuro, de un planeta vivo y de un mundo justo”.
Millones de estudiantes de todos los continentes no asistirán a clases el día 20 por la buena causa de llamar la atención de los gobiernos sobre los efectos del cambio climático y exigir el fin del uso de los combustibles fósiles.
Las consecuencias del cambio climático son visibles desde hace años: temperaturas más altas durante todo el año, la desaparición de especies animales, el deshielo de los polos y los glaciares; sin embargo, los gobiernos siguen sin tomar la medidas necesarias para frenar el calentamiento global.
Ante la falta de respuestas de los políticos, jóvenes estudiantes y de primaria y secundaria han decidido pasar a la acción: desde hace meses, cada viernes, organizan huelgas por el clima para llamar la atención sobre el problema.
La pionera de estas propuestas es Greta Thunberg, una adolescente que empezó a manifestarse frente al parlamento sueco durante el verano de 2018, el más caluroso de la historia de Suecia.
Su protesta inició un movimiento mundial que se ha extendido a más de 100 países. Los participantes se han organizado a través de Internet y las redes sociales con el hashtag #FridaysForFuture y #ClimateStrike.
El 27 de septiembre, una semana después de la huelga escolar por el clima, está prevista una huelga mundial en todos los sectores profesionales para poner aún más presión a gobiernos y empresas.
Después de siglos contaminando y de décadas de reuniones para intentar encontrar una solución política, las generaciones más jóvenes se han cansado de esperar. Ellos serán quienes habiten el planeta dentro de 50 años (y no los líderes políticos de hoy), por eso reclaman que se les escuche.
Según el manifiesto de Jóvenes por el Clima, una de las principales plataformas que promueven la huelga por el clima, los jóvenes se ven obligados a exigir “medidas que respeten la dignidad de los pueblos y su tierra”.
Es el mismo mensaje que la activista Greta Thunberg lanzó en la COP24 de Katowice, donde acusó a los líderes políticos de no esforzarse lo suficiente por intentar salvar el planeta. “Decís que amáis a vuestros hijos por encima de todo, pero les estáis robando el futuro”, afirmó.
Además de acabar con el uso de combustible fósiles, Thunberg también reflexionaba sobre el funcionamiento del mundo.
Los países ricos discuten sobre lo que debería hacerse, pero no están dispuestos a renunciar a su estilo de vida y a una serie de privilegios. Por su parte, los países en desarrollo tampoco quieren renunciar al crecimiento económico, aunque suponga una gran contaminación.
Como la propia Thunberg señalaba: si no encontramos soluciones para mejorar el sistema, tal vez deberíamos cambiar el sistema para garantizar la igualdad.
“Os habéis quedado sin excusas y nosotros nos quedamos sin tiempo. Pero estamos aquí para haceros saber que el cambio está llegando, os guste o no. El poder real pertenece al pueblo”. Es la hora de los jóvenes. (Cubadebate)