Rones producidos en Sancti Spíritus se imponen en el mercado

El ron Santero gana adeptos en países de Europa. Foto: Oscar Alfonso Sosa.

Por: Xiomara Alsina y Yosnady Morejón

La diversificación de los surtidos y el don de hacer rones de excelente calidad para su venta dentro y fuera del país constituyen premisas de los trabajadores en la Unidad Empresarial de Base Derivados Paraíso, perteneciente al Grupo Empresarial Azcuba, en Sancti Spíritus.

 De cómo se logran incrementar los niveles de producción sin minimizar la calidad, variedad y el buen gusto en la amplia gama de rones que allí se obtienen, nos habla Mabel Salazar Rodríguez, especialista de Producción de dicha industria.

¿En qué momento se encuentra la producción de bebidas?

Continuamos fabricando los rones con la marca comercial Santero, utilizando la fortaleza dada por la capacidad de añejamiento y las materias primas de alta calidad provenientes de la propia destilería a la que pertenecemos, como es el caso del alcohol etílico fino y el aguardiente de caña, este último encargado de darle el sello al ron, para que, una vez obtenido, podamos someterlo a un proceso de añejamiento, en barricas de roble. A partir de este proceso es que hacemos la gama de bebidas.

En la historia de nuestra ronera se inscriben varias marcas comerciales, desde el ron Relicario  hasta el Tuinucú, este último destinado al consumo nacional y que fue el primero que se fabricó en dicho centro.

Una amplia gama de rones aporta la Destilería Paraiso. Foto: Vicente Brito / Escambray.

¿Cuáles son las marcas más conocidas?

Aquí producimos Relicario, Caribbean Club, Varadero y Mulata entre otros, así como el aguardiente natural Santero, y después nos extendimos a la gama de rones Santero, como el Silver Dry, Añejo Blanco, los Carta Blanca y Carta Oro, pero también los añejos 7 y 5 años y el 15 años. En la medida que seamos capaces de adquirir nuevas barricas podremos ampliar los tipos de rones.

¿Hoy tienen todas sus producciones certificadas?

Nuestros rones de la marca Santero cuentan con el aval de conformidad del producto que emite la Norma Cubana 113, para el caso de los rones, y por la 264, para el Aguardiente, así como un Sistema de Gestión Integrado que en su diseño incluye la calidad e inocuidad. En este caso la inocuidad alimentaria está, igualmente, certificada por ser una de las exigencias del mercado internacional para poder efectuar la exportación de nuestras bebidas.

Hoy la fábrica se encuentra en un proceso de formación de una cooperación mixta con España lo que nos permite diseñar una nueva marca comercial, La Santísima Trinidad, que junto con el ron Santero serían nuestras producciones futuras. Ahora se trabaja en la parte técnica y metodológica que exige este tipo de convenio.

¿Hasta qué punto el bloqueo afecta la presencia de los rones cubanos en el mundo?

Existe mucha presión para impedir que nuestros rones se comercialicen en otros países, pero, a pesar de ello, mantenemos una buena representación en el mercado español, en Alemania y Rusia.

¿Pudiéramos decir que la producción de rones espirituanos vive su mejor momento?

Hoy nuestros rones exhiben sus mejores galas, fruto de una experiencia acumulada a través de los años de labor en esta rama, la cual ha estado acompañada, además, por la adquisición de una tecnología que, aunque no es tan moderna, responde a nuestras exigencias productivas.

La fábrica se encuentra en un proceso de formación de una cooperación mixta con España. Foto: Vicente Brito / Escambray.

(Tomado de Escambray.cu)