España: Los Goya del Prado

Uno de los costados del edificio original del Museo, hacia el madrileño paseo del Prado. Foto: Mireya Castañeda.

El Museo del Prado, recreado en este trabajo, ha querido celebrar el medio milenio de La Habana prestando este icónico cuadro el cual será exhibido en el Edificio de Arte Universal, del Museo Nacional de Bellas Artes

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Seis horas no nos fueron suficientes para recorrer las espléndidas galerías del madrileño Museo del Prado. Con sus 200 años está entre las mejores pinacotecas del mundo. Dada la variedad y calidad de sus colecciones, la decisión de «qué ver» era casi un imposible.

No obstante, mi hijo y yo tuvimos esa primavera, dos años atrás, una suerte de invitación al llegar a los jardines que dan paso a una sorprendentemente moderna entrada: una majestuosa estatua en bronce de Francisco de Goya y Lucientes, con su Maja desnuda en mármol a los pies, saluda a los que iniciarán el gran viaje por las ricas colecciones.

Entendimos que con ella el propio Museo nos indicaba un camino, porque allí Goya está omnipresente y es en la actualidad el artista mas ampliamente representado: cerca de 150 pinturas, 500 dibujos de su mano, además de sus series de grabados.

La ruta está sentenciada, pero no es tan sencillo, puesto que obligadamente tienes que detenerte ante magnificas pinturas, un mínimo ejemplo, Las Meninas de Velázquez, que ocupa un lugar esencial en el Prado, o el tríptico El Jardín de las delicias de El Bosco.

Goya recibe a los miles de visitantes que diariamente llegan hasta el Museo del Prado. Foto: Mireya Castañeda.

Pero ahí está Goya nuevamente, vamos por una galería interrumpida por una puerta, que lleva naturalmente a otras salas, pero desde donde nos hemos detenido logras ver que allí, en el centro, está La familia de Carlos IV y detienes una marcha que quieres y no puedes apurar.

El gran óleo sobre lienzo de 280 x 336 cm fue pintado en uno de los salones del Palacio de Aranjuez por encargo de la Corona. El pintor utilizó una amplia gama de colores y está iluminada por una magistral luz directa. En ella, a la manera de Velázquez en Las meninas, Goya se retrata en segundo término, en la penumbra.

Uno de los más de 35 autorretratos, algunos en el Prado, otros en Estados Unidos, Francia, Italia, otras ciudades españolas y hasta colecciones particulares, a partir de los cuales se puede estudiar la evolución de su aspecto.

Siguiendo las enormes galerías en busca de otros Goya, como ya dije, hay nombres y cuadros que parecieran una quimera haber podido verlos en el original: Boticelli, Bruegel, Caravaggio, Lucas Cranach, Fra Angelico[c1] [c2] [c3] , Artemisia Gentileschi, Murillo, Rafael, Rembrandt, Rubens, Sorolla (tan representado en La Habana), Tiepolo, Tiziano…Un vademécum de las Bellas Artes.

Entonces Goya. Subimos a otro piso y una sala algo oculta, misteriosa, es el sitio de las dos majas. Por primera vez una multitud y espera recompensada. La Maja Desnuda, pintada antes de 1800 es una obra singular, el único desnudo femenino del autor en tiempos en que este género estaba prohibido por la Inquisición. Ahora a su lado se exhibe la Maja vestida, con adornos y atuendo de las majas madrileñas de la época.

En esta misma sala otras obras de Goya, un autorretrato (dibujo de 1824) donde aparece de perfil y con gorra, y uno de los más famosos, el de 1815, pieza de 43×35 cm, que ha desencadenado estos recuerdos de nuestra visita al Prado, pues el Museo ha querido celebrar el medio milenio de La Habana prestando este icónico cuadro el cual será exhibido en el Edificio de Arte Universal, del Museo Nacional de Bellas Artes.

No es la primera vez que el Prado llega a La Habana. En 2016 presentó una muestra al aire libre de reproducciones fotográficas de más de cincuenta obras de su colección, réplicas, a tamaño real instaladas en la verja perimetral del emblemático Castillo de la Real Fuerza, que incluyeron Las Meninas, de Velázquez; El tres de mayo, de Goya; El caballero de la mano en el pecho, del Greco, y El Jardín de las Delicias, de El Bosco.

Había aun más que ver de Goya en el Prado, sus dibujos y estampas, destacando la serie de los Caprichos, uno de ellos Sueño I. Idioma Universal. El autor soñando (pluma, tinta y lápiz negro sobre papel) es considerado otro de sus autorretratos.

Entre los dibujos preparatorios de los Caprichos que se exhiben en hermosas, y seguras, vitrinas hay otros dos: El sueño de la razón produce monstruos, y otro en que Goya también aparece junto a una mujer, identificada como la decimotercera Duquesa de Alba, la estampa Sueño de la mentira y la inconstancia.

Francisco José de Goya y Lucientes​ (Fuendetodos, España; 30 de marzo de 1746-Burdeos, Francia, 16 de abril de 1828) es uno de los artistas españoles más relevantes y uno de los grandes maestros de la historia del arte mundial.

Con el Autorretrato de Goya de 1815, donde los cubanos apreciarán una imagen cercana, cotidiana, casi íntima del pintor en su vejez, un cuadro en el que la atención, la luz, se concentra en el rostro, eliminando cualquier otro detalle superfluo, el Museo del Prado rinde homenaje a San Cristóbal de La Habana en su aniversario 500. (Tomado de Granma.cu)