Un ensayo para próximas contingencias (+fotos)

En los duros días de la contingencia energética ayudaron la solidaridad y la gestión de los inspectores de Transporte. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

La aplicación de medidas ante la baja disponibilidad de combustible anunciada en septiembre dejó enseñanzas en el territorio espirituano

Desde horas tempranas los medios nacionales de comunicación lo informaban: esa tarde, en el programa televisivo Mesa Redonda, el Presidente de la República ofrecería al pueblo de Cuba información de actualidad. Corría el 11 de septiembre del 2019 y el interés de la ciudadanía se hacía creciente.

Con absoluta puntualidad, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, acompañado por varios ministros, inició una comparecencia en la que expuso la baja disponibilidad de portadores energéticos derivada del cerco económico de los Estados Unidos hacia Cuba. Como parte de esa arremetida, explicó, se desplegaron acciones para impedir la llegada de barcos cargados de combustible al país.

Sin sustos, sin miedos y listos para responder a cada desafío, así definió el modo en que debía ser enfrentada la situación, que calificó de coyuntural, al tiempo que advirtió el importante papel que le correspondía desempeñar a la población en cada territorio. Tranquilizadora resultó su aclaración de que no existía desabastecimiento en lo tocante a renglones alimenticios ni se trataba de un nuevo período especial, aunque habría, dijo, una sensible reducción del combustible para el transporte urbano.

Entre mediados de septiembre y finales de octubre no se dejó de garantizar la producción de alimentos y su venta en la Gastronomía. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

SANCTI SPÍRITUS SE REMANGA LA CAMISA

La respuesta en tierra espirituana no se hizo esperar. El Consejo de la Administración Provincial (CAP) aprobó, casi inmediatamente, medidas para ajustar el funcionamiento de la economía y los servicios a las nuevas circunstancias, que se extenderían casi hasta finales de octubre. Con su aplicación pudo garantizarse que, de manera general, no se paralizaran las actividades económicas y sociales en ninguno de los territorios.

En la esfera de la Salud la afectación más sensible se experimentó en el transporte sanitario, que se utilizó durante esa etapa solo para el traslado de pacientes de urgencia o calificados como emergencia médica, pero no cesaron las atenciones en consultorios, policlínicos y hospitales. En la esfera de la Educación se garantizó la continuidad de las actividades docente-educativas, aunque con ajustes en sus horarios, y se introdujeron modificaciones temporales en algunos programas de la Educación Superior. También se produjeron cambios en el sistema de pases para centros internos.

Al igual que en otras provincias, la masa trabajadora desplegó múltiples acciones para ahorrar en el consumo eléctrico. El uso de modalidades muy poco aplicadas, como el trabajo a distancia, se sumó a los horarios laborales corridos y al desplazamiento de los picos de consumo. Aunque no en la medida en que era posible, también la zona residencial contribuyó en la reducción del uso de la electricidad. Como algo loable sobresalió el hecho de que pudieron evitarse los desagradables apagones.

Si bien varias de las prestaciones resultaron afectadas de una manera u otra, en la esfera del Comercio no se experimentaron baches, pues la venta normada de alimentos se mantuvo inalterable. Igual sucedió con el expendio de los principales renglones en la red de tiendas que operan en divisa, donde los suministros no faltaron. Ambas realidades fueron posibles gracias a un uso más racional del combustible durante la distribución de las mercancías.

Diferente fue por esos días la circulación de los medios de transporte para el traslado de pasajeros, cuya mayor parte quedó paralizada. No obstante, en las nuevas circunstancias la solidaridad y la cooperación fueron tabla de salvación para muchas personas, ya que los conductores de vehículos estatales y particulares mostraron una alta sensibilidad ante la urgencia.

Con el uso de la tracción animal se acometió el acarreo de leche y de otros renglones. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

RECONOCIMIENTO DE LA DIRECCIÓN DEL PAÍS

El 26 de septiembre, a 15 días de anunciarse la contingencia, el mandatario cubano realizó una visita a Sancti Spíritus para evaluar la marcha de las medidas, en el marco de la cual reconoció la responsabilidad y el compromiso con que se había trabajado. También habló entonces de medidas que deberían quedarse para siempre “aunque tengamos chorros de combustible”.

Para próximos tiempos, detalló, resultarían provechosas ideas y medidas desempolvadas por aquellas semanas y que habían resultado eficientes en otro momento. Se avecinaba, advirtió Díaz-Canel, “una normalidad distinta, con más ahorro y eficiencia”.

En la rama del Transporte se concentran algunas de las experiencias más útiles, toda vez que de ella depende el funcionamiento de casi todas las restantes actividades. Al hacer un pase de revista de lo ocurrido entonces, José Lorenzo García, director provincial del sector, aseguró que en las nuevas circunstancias se vieron obligados a “ser exquisitos en el control del combustible”.

Gracias a ello, sostiene, hubo alta eficiencia en el traslado de las cargas que se destinarían a las ventas o serían empleadas como materia prima. También gracias a la cooperación, aseveró la fuente, se eliminaron los viajes con medios vacíos cuando iban a otras provincias. En una vivencia casi extinguida desde el período especial, muchos renglones de la canasta básica se transportaron con el auxilio de la tracción animal, y contribuyó, además, a la racionalidad el empleo de coche-motores y del tren.

Como resultado, en lugar de los cerca de 12 000 litros tradicionales, en septiembre y octubre se empleó solo algo más de la mitad de esa cifra, al aprovecharse mejor los viajes hacia las bodegas. Al repasar todo lo acontecido en aquellas semanas, las peores del 2019, se comprueba que la unidad de todos en los momentos difíciles y la determinación de seguir adelante resultan claves para conseguir los propósitos, por grandes que sean los obstáculos.

Por ello en territorio espirituano se respiró cierta satisfacción cuando el pasado 21 de diciembre, en su discurso de clausura de la última sesión parlamentaria del año, el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, luego de advertir los nuevos inconvenientes que podrían avecinarse, convocó a todos a vivir los próximos días y horas como si triunfara la Revolución otra vez, y argumentó: “La Revolución triunfa cada vez que le arrebatamos al imperio una victoria para nuestra causa. Y en 2019 lo hicimos muchas veces”.

(Tomado de Escambray)