Por: Ana Martha Panadés Rodríguez.
En el año que concluye la Oficina del Conservador de la Ciudad y el Valle de los Ingenios ratificó su protagonismo en buena parte de las obras y proyectos sociales materializados en Trinidad. A través del 1 y 2 por ciento de los ingresos que aportan las entidades en el territorio, la institución destinó recursos y financiamientos para la reparación de centros educacionales, de la salud, viviendas y establecimientos de servicios, en lo que ha demostrado ser uno de los proyectos más sustentables a nivel de país.
La Oficina trinitaria participó además en la conformación del expediente, junto a un equipo de expertos, evaluado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencias y la Cultura , que otorgó un nuevo título a la urbe sureña: el de ciudad creativa, que reconoció el papel de la cultura y la creatividad como pilares del desarrollo.
En el caso de nuestra localidad, el organismo internacional resaltó el avance en los ámbitos de la artesanía y las artes populares, con un capital humano muy creador, fortalecido por instituciones educativas y la vitalidad de sus tradiciones, elementos que potencian además el desarrollo turístico.
En el 2019, la Empresa Aldaba arribó a su aniversario séptimo y en ese empeño constante por la promoción de la identidad trinitaria dedicó la celebración a la artesanía como manifestación cultural de hondo arraigo en la ciudad. En todos estos años, Aldaba ha apostado por una proyección comunitaria, empeño que ennoblece la vida de los habitantes de poblados rurales del municipio.
Entre los acontecimientos que marcaron el 2019 resalta también el Segundo Seminario Trinidad Gourmet 2019 De la tierra a la mesa. Del 22 al 27 de octubre la tercera villa cubana mostró la exquisitez de su cocina y también el talento de hombres y mujeres, maestros en el arte de mezclar alimentos y sabores en un acto de placer y no solo para satisfacer las más elementales necesidades.
Por primera vez el seminario propuso un diálogo entre productores y gastronómicos e incluyó una jornada en el Valle de los Ingenios, otrora emporio azucarero, hoy con grandes potencialidades de desarrollar la actividad agropecuaria. No obstante, todavía queda mucho por “cocinar” de esa idea cuando el marabú crece aún en las fértiles parcelas; sin dudas resulta un desafío que deben asumir el sector de la agricultura, las diversas formas de producción y autoridades del territorio.
La colaboración internacional, otra de las líneas en las que trabaja la Oficina del Conservador, favoreció en el año que finaliza la continuidad del proyecto de intervención de la calle Independencia, en la llamada zona de amortiguamiento del centro histórico, dirigido a mejorar de la habitabilidad básica de esta arteria. Con un valor total que ronda casi el millón de pesos en moneda total, más de 300 MIL 400 Euros llegaron desde España por la Organización No Gubernamental Arquitectura sin Fronteras.
La campaña gratuita de vacunación y esterilización de mascotas llegó por segunda ocasión a Trinidad para confirmar la vocación humanista de Spanki Project, organización canadiense sin fines de lucro que centra sus esfuerzos en la sensibilización de las personas acerca del cuidado de los animales; y también de los médicos veterinarios cubanos y otros colaboradores que respaldaron la iniciativa.
Como hermana mayor, la ciudad de Trinidad acompañó a San Cristóbal de la Habana en los festejos por su cumpleaños 500. Hasta la capital de todos los cubanos viajó una delegación cultural que reunió valiosos exponentes de artesanía, la música, las artes plásticas y la gastronomía.
En el último mes del año y bajo la tutela de la Oficina del Conservador, se celebró el Festival de Música de Interpretación Infantil Carrusel de Colores para saludar el aniversario 31 de la declaración del centro histórico y el Valle de los Ingenios como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 8 de diciembre de 1998. Con la bienvenida al nuevo año festejaremos otro gran acontecimiento: el cumpleaños 506 de Trinidad.