En Cuba “hemos crecido sin cambiar de casaca y con la misma estrella”, como dice el poeta en una memorable canción. Nacimos y caminamos por una isla irredenta y alegre que arriba al año 62 del triunfo de la Revolución; la misma Revolución que vino al mundo con el tañer de las campanas en La Demajagua en el amanecer del 10 de octubre de 1868
Por: Enrique Ojito Linares
Desde aquella épica cabalga entre nosotros el Mayor General Serafín Sánchez Valdivia, el amigo de José Martí, quien blandió su machete mambí en las llanuras cubanas y esquivó las balas españolas hasta aquel aciago 18 de noviembre de 1896.
Aún así, el General de las tres guerras nos sigue indicando la marcha, en tiempos en que sobran los obstáculos, impuestos por la terquedad de un Imperio empecinado en su propósito de engullir este archipiélago y pulverizar la Revolución cubana.
Estupefactos se quedaron nuestros detractores cuando el pasado 24 de febrero los cubanos acudimos masivamente a las urnas para refrendar la nueva Constitución de la República, proclamada oficialmente el 10 de abril, un día
Despedimos el 2019, año que estuvo marcado por la visita a la provincia del hoy Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien, junto al Consejo de Ministros, dejó orientaciones concretas para que Sancti Spíritus logre mayor altura económica y un mejor desempeño en lo social. de pura estirpe mambisa, pues 150 años atrás había sido aprobada la Carta Magna de Guáimaro.
El territorio cuenta ya con 16 polos productivos agrícolas; logró producir 380 toneladas de café oro, una cifra que no se alcanzaba en los últimos 15 años, y cumplió el plan de carne porcina, el cual, si bien no satisface todas las necesidades, implicó un serio empeño ante el déficit del alimento animal. Además de ello, se reactivó el proceso inversionista en la península de Ancón.
Sancti Spíritus finaliza el 2019 con más de 1 700 viviendas terminadas, el mayor número alcanzado en la última década. A la par de ello, concluye la etapa con una tasa de mortalidad infantil entre las más bajas de Cuba.
Cada uno de estos y otros resultados deben verse como punto de partida para objetivos superiores, atendiendo a nuestras posibilidades, las cuales quedaron demostradas en septiembre y octubre, cuando la disponibilidad de combustible se redujo al mínimo, por la persecución de Estados Unidos a los barcos que traen el petróleo a la isla.
“Nos tiraron a matar y estamos vivos”, aseguró Díaz-Canel al respecto. Estamos vivos para celebrar la llegada de otro Primero de Enero, día guerrillero y esperanzador. Aquí seguimos con la misma estrella. (Tomado de Radio Sancti Spíritus)