Los municipios espirituanos de Cabaiguán y La Sierpe no registraron fallecidos en el año que finalizó
Con 3,6 fallecidos por cada mil nacidos vivos en 2019, la provincia de Sancti Spíritus sobresalió otra vez en Cuba por su baja tasa anual de mortalidad infantil en niños menores de un año.
Durante los pasados 12 meses en el territorio hubo más de cuatro mil 160 nacimientos, entre los que fallecieron 15 infantes a pesar de los esfuerzos realizados por el sector sanitario para evitar el deceso de esos menores.
El doctor Manuel Rivero Abella, director de Salud en la provincia, destacó la labor desarrollada en el mencionado período en el servicio de Neonatología de la maternidad espirituana, al igual que el de cuidados intensivos pediátricos y de obstetricia, en los cuales el personal médico hizo todo lo posible, aseguró, para salvar de la muerte a niños que afrontaron una difícil situación al nacer.
Ese denuedo, afirmó el también diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, fue secundado por el fortalecimiento de la Atención Primaria de Salud, en la que se completaron los equipos básicos (médico y enfermero) de los 461 consultorios con que contamos en el territorio, y eso ayudó al logro de esta tasa, que se equipara a países desarrollados, e incluso es mejor que en muchos de ellos.
Según el directivo, a ese esfuerzo se suman las consultas a las gestantes y de seguimiento a niños lactantes, además de la labor preventiva en el diagnóstico prenatal de anomalías congénitas desarrollado en el Programa de Genética Médica.
El doctor Frank García González, jefe del Programa de Atención Materno Infantil en el territorio, expresó que en el 2019 hubo menos niños bajos de peso al nacer en relación con igual etapa precedente, y resaltó el trabajo del Servicio de Neonatología del hospital general Camilo Cienfuegos, gracias al cual se logró más del 97 por ciento de supervivencia de los graves menores de un año.
Los municipios de esta central provincia cubana más destacados en la tasa de mortalidad infantil fueron Cabaiguán y La Sierpe, los cuales no registraron fallecidos en el período analizado.
A raíz de la División Político-Administrativa llevada a cabo en Cuba en 1976, la nueva provincia de Sancti Spíritus tenía una tasa de mortalidad infantil de 20,1 y fue mejorándola hasta lograr en 2017 la mejor de su historia, al reportar solo dos fallecidos por mil nacidos vivos, lo que le permitió situarse a la vanguardia en el país en ese indicador, considerado por la Organización Mundial de la Salud como un reflejo del estado sanitario de la población. (Tomado de Escambray)