Durante tres jornadas, el público pudo disfrutar de un programa diverso y atractivo, de la mano de las tecnologías y la cultura
Por: Lisandra Gómez Guerra
Cubanía, autenticidad, sonido claro y que saca al bailador que toda persona tiene dentro es la fusión perfecta que desprende en el escenario la Orquesta Faílde.
Bien lo saben quiénes disfrutaron en unas de las márgenes del río Yayabo la despedida de la Feria Tecnológica La Guayabera 5.0 de Sancti Spíritus.
Temas antológicos de la música cubana con un sello que ya distingue nuestra cultura hizo tararear al público que siguió los compases que marcó, desde el escenario, Ethiel Faílde, su director.
“Es la tercera vez que llegamos acá con la Orquesta y nos encanta interactuar con esa energía que la Casa ha logrado crear. Mantenemos nuestra línea de trabajo de seguir acercándonos al público joven y no tanto, defendiendo lo mejor de la música cubana”, dijo.
Y lo logran, sin dudas. Especial momento de la noche resultó la presentación de Omara Portuondo, quien al alzar su voz confirmó que el título de artista se le ciñe perfectamente.
Dos gardenias, Quizás, quizás, quizás y Las mulatas del cha cha cha evidenciaron que ella sabe como dejar a un lado el paso de los años. Rió, bailó, interactuó y hasta tarareó el pasacalle Yayabo está en la calle.
“Nos alegra mucho que la primera visita de Omara a la Casa de la Guayabera sea acompañada de nuestra Orquesta. Desde hace cerca de cuatro años trabajamos juntos. Todo comenzó al musicalizar el poema Me desordeno y ya hablamos del disco Siempre tu voz, un homenaje al Benny Moré”, acotó Faílde.
Antes de despedirse del escenario yayabero, la Asamblea Municipal del Poder popular, de Sancti Spíritus, le entregó un reconocimiento a quien justamente se le nombra la “Novia del Feeling”.
Con este concierto, dijo adiós la Feria Tecnológica La Guayabera 5.0, un evento joven pero que ya encuentra solidez en predios espirituanos.
En su última jornada, el colectivo organizador reconoció con el premio del suceso al stand de la División Territorial de Etecsa, en Sancti Spíritus y la Casa que resguarda la mayor colección de la prenda nacional, confirió, por vez primera su lauro, el cual recayó en el stand de la Empresa Comercializadora de la Música y los espectáculos.
Y aunque sus propuestas todavía pudieran no ser atractivas para grandes multitudes —el acceso y conocimientos a las tecnologías requiere superar lo tradicional y analógico—, el evento sí ha demostrado que con la unión de instituciones y organismos se borra un tanto la rutina que en ocasiones invade a la ciudad espirituana. (Tomado de Escambray).