Por: José Rafael Gómez Reguera
Trabajar para Radio Rebelde fue todo un honor, y desde luego, un compromiso. Corrían mis años estudiantiles, primero, y luego mis años como docente recién salido de las aulas universitarias. El programa Directo Directo, que acogía la temática juvenil, con el inefable César Arredondo en la conducción, y el apoyo de la entonces Primera Secretaria del Comité Municipal de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Trinidad, Martica López, contribuyeron con esas faenas reporteriles.
El mundo de la radio me había atrapado años antes desde mis estudios en la Escuela Secundaria Básica Carlos Echenagusía Peña, junto al querido Danielito Casals, ya fallecido, quien fungía como realizador de sonido; Cecilia Pérez, mi compañera ante los micrófonos, y ese eterno enamorado de la poesía que era y sigue siendo Juan Daniel Zamora, quien apoyaba desde la otrora imprenta con tarjetas de felicitación y hasta de acuse de recibo.
Sin embargo, la FEU, desde 1975 en lo adelante, no se la podía pasar sin estar presente en Rebelde, como radio, y en Juventud Rebelde como impreso. Luego vendría la etapa en la que recopilar informaciones y alistarlas para el éter, gracias a la planta radial nacional, resultarían parte de esa aventura, con no poco nivel de compromiso con un territorio que, por entonces, ni siquiera contaba con una radioemisora local, ni con una corresponsalía permanente, como sucedió años después.
Años hermosos los de esas colaboraciones, incluso cuando transmitía desde una sencilla cabina telefónica con un viejo y grande radio VEF, y un audífono sencillo, tratando de conseguir comunicación, vía operadora, con la cabina, y evitando en lo posible el ruido del aledaño parque Céspedes y la calle Lino Pérez. E insistiendo, como tenía que ser, para que me dieran prioridad, unas veces conseguida; otras no. Eran tiempos de conexiones analógicas, de teléfonos de larga distancia sólo a través de operadoras…
Pero a no dudarlo, fue una escuela, como lo fueron las colaboraciones con otras plantas radiales nacionales que, de hecho, hoy, junto con la lograda Radio Trinidad, inaugurada en 1998, luego del funcionamiento por casi una década del Estudio No. 1 de Radio Sancti Spíritus en Trinidad, hoy día conforman una gran Radio Rebelde, al servicio de la Revolución, al servicio de la verdad.