José Antonio Saco y López Cisneros

Imagen: Cubadebate.

Por: José Rafael Gómez Reguera

Doscientos veintitrés años se cumplen este 7 de mayo de 2020, del nacimiento de una importante figura de la historia de Cuba: José Antonio Saco y López Cisneros.

Aunque mantuvo una vertical actitud contra el anexionismo, Saco nunca fue un revolucionario radical. Solo consideraba como cubanos a los criollos blancos, excluyendo a los negros y mulatos. Tampoco era partidario de una insurrección independentista.

Cuando la rica sacarocracia criolla cubana comprendió que España nunca concedería la condición de provincia a la Isla, y ante presiones de Gran Bretaña para abolir la oprobiosa esclavitud, miró hacia Estados Unidos, cuya zona sur era esclavista por excelencia. Eran tiempos del más fuerte anexionismo. José Antonio Saco se opuso con fuerza a esas ideas

Sociólogo, periodista, historiador y economista, José Antonio Saco y López Cisneros se destacó por su postura opuesta a la esclavitud y contra esa pretendida anexión de Cuba a los Estados Unidos.

Vocero precursor de la identidad nacional. A él se debió el que por primera vez se adjudicara el calificativo de «cubana» a una institución en Cuba, al proponer que se le diera el nombre de Sección de Literatura Cubana, a la que este fundara en la Sociedad Económica de Amigos del País.

Bayamés de nacimiento, José Antonio Saco se trasladó a la capital e inició estudios de Filosofía en el Seminario de San Carlos de La Habana, con el padre Félix Varela, los cuales concluyó en 1819 con el título de Bachiller en Derecho Civil.

Ese mismo año matriculó en la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana, donde obtuvo el grado de Bachiller en Filosofía, en 1822. Comenzó a ejercer antes de graduarse como Profesor de dicha especialidad y de Ciencias Naturales, en el Seminario de San Carlos, cuando Varela lo propuso en sustitución suya al resultar electo diputado a Cortes, en 1821.

Fue uno de los fundadores de la Academia Cubana de Literatura, por cuya defensa fue deportado según órdenes del capitán general Miguel Tacón, en 1834, trasladándose en un primer momento a Gran Bretaña, con posterioridad a Francia, y finalmente a España.

Imagen. Ecured.

En mayo de 1836 fue electo Diputado a Cortes por el Departamento Oriental de Cuba; dos meses más tarde resultó reelecto, y en octubre del propio año fue elegido por tercera vez, aunque por diferentes motivos no pudo asumir el cargo; en tal sentido, en enero de 1837 publicó un trabajo titulado: Reclamaciones del Diputado a Cortes por la provincia de Cuba acerca de la aprobación o desaprobación de sus poderes. Así, la decisión de los políticos españoles de evitar la corriente liberal en Cuba, motivó la proscripción indefinida de José Antonio Saco hacia otros países de Europa.

Saco vivió en Alemania, Italia, Austria y Francia y dedicó especial atención al problema étnico en Cuba, especialmente en lo concerniente al tráfico negrero y a su propuesta del incremento de la población blanca, motivado por el temor a la repetición de los acontecimientos de Haití. De igual forma, los años comprendidos desde 1848 hasta 1854, se caracterizarían en la obra de Saco por el incremento de su decidida incursión en la campaña contra las ideas y conspiraciones encaminadas a anexar Cuba a los Estados Unidos, lo cual motivó el reinicio de su labor en pro del reformismo liberal, como se evidenció en sus trabajos titulados: La situación política de Cuba y su remedio (1851) y Cuestión de Cuba (1852).

Saco vivió en Barcelona desde 1877, donde falleció y fue sepultado el 26 de septiembre de 1879, pero cumpliéndose una voluntad testamentaria sus restos mortales fueron enviados a Cuba, recibiéndose éstos en La Habana el 17 de agosto de 1880, donde fueron expuestos en la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana.

Tres días más tarde se verificó el sepelio en el Cementerio de Colón, bajo una severa represión que impidió cualquier tipo de manifestación pública, en la despedida de quien había solicitado que en su tumba apareciese el siguiente epitafio: “Aquí yace José Antonio Saco, que no fue anexionista, porque fue más cubano que todos los anexionistas”.

Fuentes: José Antonio Saco y su lucha contra el anexionismo, Ecured