La señora sentimiento, latente en los corazones de los cubanos

Por: Rafael Novoa Pupo

Cuando vino al mundo el 28 de febrero de 1928 en la barriada del Cerro, sus padres la inscribieron como Romana Burgues. En aquel entonces, todavía ni soñaba con convertirse en Elena Burke, ni mucho menos en La Señora Sentimiento, aun cuando se enamorara de la canción desde niña. Ella misma lo aseguró una vez cuando dijo: “Cantaba tangos, rumbitas, guarachas y sones… Me volvía loca cantando aquello y la gente se embullaba conmigo”.

Con el tiempo Elena Burke se vinculó a los muchachos del feeling y desde entonces vivió para cantar. Debutó como profesional en la emisora Mil Diez, la noche del 25 octubre de 1943, cuando acompañada por la orquesta del maestro Félix Guerrero, interpretó “Nuestras vidas”, un tema de Orlando de la Rosa.

Años más tarde en 1947, se incorporó a Las Mulatas de Fuego, con quien bailó en Cabaret Tropicana, y realizó su primera gira internacional. Las presentaciones se efectuaron en Jamaica y México, país este último donde hizo su debut cinematográfico, un medio que ha registrado para siempre, el recuerdo de su imagen y de su voz.

Integró varios cuartetos en los primeros años de su carrera profesional, siendo el primero el de Facundo Rivero, con el cual realizó una larga gira por algunos países de centro, y suramérica.

En 1948 junto a Aurelio Reinoso y Adalberto del Río, participó en la fundación del Cuarteto de Orlando de la Rosa, agrupación que debutó en un programa de la RHC Cadena Azul, compartiendo el escenario con Libertad Lamarque, y Luis Carbonell.

Como integrante del cuarteto de Orlando de la Rosa, Elena se presentó también en centros nocturnos y hoteles norteamericanos, donde interpretó varios temas de su repertorio como “Vieja luna”, “Nuestras vidas” y “Mi felicidad” que después serían famosos y representativos del pentagrama nacional.

Si el Cuarteto de Facundo Rivero y el de Orlando de la Rosa cimentaron el camino de Elena, el de Aida Diestro reveló la singularidad de esta cantante quién se unió a Moraima Secada y las hermanas Omara y Haydeé Portuondo, para formar una nueva agrupación vocal. Sin embargo, en 1958 decidió abandonarlo para abrir un camino propio como solista. De su experiencia y posterior separación de Las D’ Aida, la artista comentó:

“Yo lo pensé mucho, como quiera que sea habíamos logrado algo importante en nuestras vidas. Teníamos un estilo muy singular que gustaba a propios y extraños, y eso le daba perspectivas a nuestro trabajo. Realizamos algunas giras por el extranjero, grabamos un disco acompañando a Nat King Cole y otro a dúo con Lucho Gatica, pero creo que se dio el momento en que cada una de nosotras necesitaba consolidarse por separado y bueno, nos despedimos sin pena, y sin llanto”.

Como solista Elena se convirtió en la intérprete ideal de todo compositor, y fue la intérprete más sostenida del feeling, hasta ser reconocida como La Señora Sentimiento, que la llevó a ser la voz femenina más alta de esta género, en nuestro país.

Elena Burke viajó por casi toda Europa y América a lo largo de su trayectoria artística, fue conductora de programas radiales y participó en algunos filmes. Los años finales de su carrera los vivió en México, donde contrajo la enfermedad que puso fin a su vida, pero sin embargo, retornó a Cuba para regalarnos sus últimas presentaciones.

Ante la inevitable pérdida el 9 de junio del 2002, el pueblo la acompañó hasta su última morada entonando el tema “Para vivir”, que tantas veces ella interpretó en su inolvidable estilo.

Elena Burke dijo adiós físicamente hace 18 años, pero nos dejó a “La Señora Sentimiento”, cuyo legado es la vigencia de su voz en más de veinte discos, con canciones de todas las edades, y tiempos.