Legado y obra de Vilma Espín Guillois sigue vigente en el pueblo cubano

Por: Rafael Novoa Pupo

La eterna Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) Vilma Lucila Espín Guillois, nació en Santiago de Cuba el 7 de abril de 1930 en el mes de la primavera y las flores, donde creció en el seno de una familia de principios éticos, austeridad, sensibilidad humana y comprensión, y sin ningún tipo de barrera social, racial, o religioso.

Su primer amor fue por el estudio, la superación y la lectura; también amó la naturaleza; fue bailarina, deportista y cantora en el coro polifónico de la Universidad de Oriente, donde supo absorber de sus maestros lo mejor de ellos, y así fue forjando su carácter.

Su ingreso a la Universidad para estudiar la carrera de Química, significó para ella una etapa de afianzamiento de sus ideas políticas, distinguiéndose por ser una de las jóvenes de avanzada, y muy combativa.

Durante la clandestinidad, Deborah uno de los nombres de guerra de Vilma, era de las primeras en las huelgas y actos estudiantiles contra de la tiranía batistiana, mostrando en esas acciones valentía y apoyo incondicional, a los ideales de libertad.

Tuvo Vilma una gran efervescencia revolucionaria desde la lucha urbana hasta la Sierra, al tiempo que se distinguió siempre por ser muy delicada, así como sagaz, valiente y audaz.

El 26 de julio de 1953, cuando se realiza el asalto al Cuartel Moncada, por un grupo de revolucionarios dirigidos por Fidel Castro Ruz, y ante la represión desatada por la tiranía contra estos jóvenes, en casa de Vilma Espín se esconde Severino Rosell, y también prestan ayuda a los que se encontraban escondido, en el hospital de La Colonia Española.

A menos de un mes del triunfo revolucionario de 1959, Vilma contrae matrimonio con el entonces Comandante Raúl Castro Ruz, con quién  formó una familia ejemplar.

Lo que para millones de mujeres en el mundo solo son sueños, Vilma ayudó a hacerlo realidad en Cuba: los Círculos Infantiles, una las obras más bellas de la Revolución cubana para instruir y educar a los hijos, mientras sus madres trabajan con total confianza, en la formación de sus pequeños.

Otro de los momentos más importantes en la obra revolucionaria de Vilma, lo constituyó la fundación de la FMC, organización que presidió hasta su último aliento.

A lo largo de su vida, la Heroína del llano y de la Sierra recibió múltiples honores y reconocimientos. Así mismo, además de heroína supo ser amiga, hija, hermana y madre.

Vilma Espín Guillois, partió hacia la eternidad el 18 de junio de 2007, dejando su impronta en la Patria. Hoy su ejemplo vive en millones de mujeres dentro y fuera de la isla.

Sus cenizas reposan en un monolito a los pies de la loma de Mícara, cerca de Mayarí Arriba, en lo que fuera bastión del Segundo Frente Oriental Frank País, fundado por su eterno compañero Raúl Castro Ruz.

Aun en la gloria, a Vilma se le puede encontrar también en cada federada que transita por ciudades o montañas,  en cada hogar, y en la educación que niñas y niños reciben, para consolidar así a la Revolución, y nuestro socialismo.