Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
No importa cuantas veces suena el teléfono, la cantidad de personas que tocan a su puerta o la detienen en plena calle, María Elena Pomares Fritze tiene la extraña capacidad de mantener la calma e incluso sonreír aún en medio de un mar de preocupaciones, porque la presidenta del Consejo popular Casilda aprende a diario de sus responsabilidades, pero está convencida de que ella se debe al pueblo. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII)
“Soy nacida y criada aquí, me siento muy identificada con la gente, con los problemas de la comunidad; me gusta recorrer las calles, conversar con los vecinos, saber cuáles son sus insatisfacciones, por eso te digo que la responsabilidad mayor que hoy tengo es enfrentar las dificultades y defender a mi pueblo”.
Cuando dos años atrás asumió el cargo, María Elena tenía la certeza del tremendo desafío; a cinco kilómetros de Trinidad y asentada en una zona portuaria, Casilda arrastra viejas deudas: desde los años 90 se dieron por concluidos los trabajos de vialidad en todas las calles del asentamiento, pero las labores solo beneficiaron la parte izquierda; del otro lado se acumulan, con el agua de las lluvias y los arrastres, los reclamos de los vecinos, junto a pésimas gestiones administrativas.
“En la parte que no está concluida se localizan centros importantes como la escuela, la panadería, la pescadería especializada, un consultorio médico que hace función de cuerpo de guardia, y cuando llueve todo se inunda; una situación parecida ocurre en el reparto Los Cocos, situado en una zona baja donde también hay dificultades con la urbanización; son de las problemáticas más sensibles con las que tengo que lidiar en el consejo”.
Mas la prosperidad, como el olor a salitre y mar, también se respira en este poblado excelentemente ubicado entre la ciudad y la playa Ancón, gracias al desarrollo de la industria pesquera, el arribo de cruceros turísticos y la extensión del trabajo por cuenta propia en dos modalidades: hostales y paladares.
La alianza con entidades ubicadas en el consejo popular y la premisa del trabajo en equipo alivian otros reclamos de los poco más de 6 mil vecinos que presumen de resguardar una de las celebraciones heredadas de la colonia y que ha perdurado hasta nuestros días: la Fiesta marítima Santa Elena, a mediados del caluroso agosto.
María Elena, casildeña hasta la médula, dirigente femenina, siempre proactiva, sabe cómo llegar a los directivos y solicitar apoyo; con esa receta logró convocar a TRANSTUR, FORMATUR, la Fábrica de Muebles, entre otras empresas para concluir la reparación del círculo infantil sin financiamiento y apenas sin recursos, pero “el primero de septiembre la instalación infantil abrió sus puertas como nueva”.
Las personas se identifican con tu labor, cuando tienen un problema buscan tu opinión
“Si, eso es algo muy positivo que he logrado, esta responsabilidad me ha llevado a conocer de todo, incluso de cómo evoluciona una empresa como la pesca hasta el desempeño de un simple trabajador de los servicios comunales que barre las calles en el poblado.
Me satisface mucho lograr que todos se sientan parte del problema y sobre todo de la solución; para eso debes entender cómo piensan los electores, desde los más jóvenes hasta los viejos. He participado con los muchachos en las actividades, disfruto con ellos el baile de la espuma, por ejemplo; así hemos logrado traer a la comunidad a artistas de primer nivel y alegrar nuestras vidas.”
¿Cuál consideras tu receta para que funcione el trabajo en equipo, y el pueblo reconozca el esfuerzo?
“Lo primero es estar motivado, a mí me estimula mucho el apoyo que recibo de la población, eso me da más fuerza para trabajar. Somos seis delegados y todos tratamos de apoyarnos, hablar el mismo idioma con los electores, colegiar las decisiones y no cansarnos de tocar puertas, hacer gestiones, insistir…
¿En algunas de esas gestiones has tenido que lidiar con algos directivos sin la sensibilidad suficiente para responder al reclamo del pueblo?
“No te puedo mentir, hemos tenido que enfrentarnos con situaciones muy complejas y en ocasiones hemos tenido que acudir a la dirección del gobierno, a la presidenta de la Asamblea para solucionar problemas; lo importante es no cansarse, explicar una y otra vez, convencer de que nos debemos al pueblo.”
Durante la contingencia por la COVID-19 han logrado llegar a personas con problemáticas muy serias
“Si, como no, hemos llegado, hemos tocado casa a casa y nos hemos encontrado problemas, hemos conocido personas que no aparecían en los censos con situaciones sociales complejas. Se ha trabajado mucho con los adultos si ayuda familiar, con niños discapacitados, y aunque no todo está resuelto, hoy se priorizan estos casos
¿Cuáles son los temas más sensibles en estos tiempos?
“Las colas provocan mucho malestar en las personas, toda la indisciplina que se genera en ellas, nos estamos proyectando en buscar soluciones para organizarlas y que la distribución sea lo más justa posible. Está también la distribución de los alimentos, de los productos de la canasta básica, el control de los recursos y el enfrentamiento al delito. Son asuntos de máxima prioridad”.
Casilda significa mucho para María elena, pero este consejo popular también le debe mucho a ella…
“Bueno eso parece, por mi carácter, por mi forma de ser con las otras personas, creo que todos han asumido la responsabilidad de ayudarme y me siento muy agradecida y comprometida.
“Meses atrás viví momentos muy duros con mi mamá enferma, pero a la vez fue muy emocionante sentir el cariño de todos, desde mis compañeros delegados que asumieron mi responsabilidad con el mismo amor hasta de personas que ni conozco y pasaron por mi casa a saber de ella. Eso me da fuerza para entregarme cada día más.
“Este año, antes de la aparición de la enfermedad, estaba prevista una reanimación integral a partir del programa Sancti Spíritus en marcha, impulsado por la Asamblea Provincial del Poder Popular; espero que cuando se restablezca la normalidad y se cuente con los recursos necesarios, se pueda concretar. Casilda se lo merece.”
María Elena Pomares Fritze, es una mujer que escucha, comprende y convence; lo saben los habitantes de esta comunidad portuaria, bendecida por el mar y la laboriosidad de sus hijos.