Batalla de Peralejo, demostró al ejército español, imposibilidad de repetir Pacto del Zanjón

Por: Rafael Novoa Pupo

Hace 125 años, el 13 de julio de 1895, se produjo una de las más gloriosas victorias del Mayor General Antonio Maceo Grajales, al derrotar en Peralejo, sitio próximo a Bayamo, a una poderosa fuerza del ejército colonialista español, al mando del propio Capitán General de la Isla, Arsenio Martínez Campos.

Martínez Campos, conocía muy bien los méritos del Titán de Bronce desde los Mangos de Baraguá, cuando el jefe mambí protesta ante el insulto ridículo de proponer a los cubanos una paz sin independencia.  Además, sabía el significado de estar Maceo al frente de las fuerzas cubanas que allí combatían. Es por esta razón que decidió trasladarse a la región oriental para dirigir personalmente las operaciones y encabezó un contingente de hombres suficientemente pertrechados.

El 11 de julio de 1895, Maceo conoce que Martínez Campos prepara en la zona de Veguitas un convoy para dirigirlo a Bayamo al día siguiente, por tanto, concentra sus tropas en las vegas del Rio Yao, con el fin de entablar combate.

Más de 800 hombres y un grupo experimentado de oficiales entre los que estaban Jesús Rabí, Quintín Banderas, Joaquín Tamayo, y Saturnino Lora, lo acompañan en su afán de hacerles frente cuerpo a cuerpo, a los españoles.

Al amanecer del día 13 de julio, Maceo concentra sus tropas entre el poblado de Barrancas y el Río Mabay, quedando a sus espaldas la sabana de Peralejo, posición geográfica que le permitía dominar todos los caminos que accedían a Bayamo, y de esta forma sorprender a las columnas de Martínez Campos, y el general Santocildes.

Sin embargo, dos hombres haciéndose pasar por comerciantes, visitan el campamento, y traicionan la confianza de Maceo al dar información precisa a los españoles de la posición de las tropas cubanas.

Martínez Campos aprovecha la delación y divide sus fuerzas en dos poderosas columnas con el fin de burlar las intenciones sorpresivas de Maceo, quien aun así ataca a los españoles ese día en un combate que se extendió hasta las cinco de la tarde.

La   operación fue dura para ambas columnas, y donde Maceo tomó el mando a pesar de la sorpresa inicial, a través de acertadas maniobras de la caballería, y la infantería.

Ocho días tuvo Antonio Maceo encerrado en Bayamo a Martínez Campos, hasta que este recibió un importante refuerzo, y se atrevió a salir de la heroica ciudad.

En la batalla de peralejo, los cubanos tuvieron 132 bajas entre muertos y heridos, y las tropas españolas más de 1150 bajas. El general español Fidel de Santocildes, contaba entre los muertos.

Al conocer de los resultados de la batalla, el Generalísimo Máximo Gómez Báez escribió a Maceo felicitándolo a él, y a los jefes y oficiales a su mando por tan brillante victoria, y le expresó que esa fecha sería una página más de gloria en su historia militar.

Sin embargo, el Titán de Bronce no estaba satisfecho, pues le quedó la angustia de no haber podido capturar al general Martínez Campos, aquel que en 1878 en Mangos de Baraguá propuso una paz sin independencia.

La Batalla de Peralejo, fue una derrota militar y política para Arsenio Martínez Campos, y para los cubanos una elevación moral y combativa. A su vez demostró, que en la contienda organizada por el Apóstol de la independencia José Martí, las tácticas divisionistas y conciliatorias para repetir un nuevo Pacto de Zanjón, eran imposibles.

Ante esa realidad, Martínez Campos reconoció su derrota, y posteriormente pidió su relevo a Madrid en enero de 1896, sin que tampoco pudiera impedir el avance de la invasión a Occidente de las fuerzas de Antonio Maceo y el Generalísimo Máximo Gómez. (Con información de Ecured y Radio Bayamo).