Este jueves, en sesión extraordinaria del Consejo de Ministros, fue aprobada la estrategia económico-social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII)
En la cita, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, realizó una importante intervención, la cual es transmitida en el programa Mesa Redonda.
Desde el pasado mes de mayo, el Consejo de Ministros adoptó una estrategia de preparación para afrontar la actual situación mundial y, en la medida de lo posible, seguir transformando el modelo económico y social del país.
Entonces se ajustó el Plan de la Economía para el año en curso, se inició el proceso de elaboración del correspondiente al 2021 y, de forma paralela, se continuó trabajando en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.
Desde el Palacio de la Revolución, el vicepresidente, Salvador Valdés Mesa; el vice primer ministro, Alejandro Gil Fernández; el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca; el presidente de Cimex y la directora general de Tiendas Caribe informan sobre medidas económicas adoptadas por el Gobierno cubano.
Valdés Mesa: Informar al pueblo las medidas para impulsar la economía es fundamental
Al intervenir en el espacio televisivo, Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República de Cuba, sostuvo que informar al pueblo sobre las medidas para impulsar la economía es fundamental.
El pasado martes, dijo, la estrategia económico-social para impulsar la economía y enfrentar la crisis provocada por la COVID-19 fue presentada y aprobada por el Buró Político del Comité Central, presidido por su primer secretario, el General de Ejército, Raúl Castro Ruz.
Señaló que esa estrategia fue presentada y aprobada en la mañana de este jueves 16 de julio, en reunión extraordinaria del Consejo de Ministros presidida por el primer ministro, Manuel Marrero, y el presidente, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Consideró que el contenido del discurso del presidente cubano constituye la mejor introducción a esta Mesa Redonda.
El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez comenzó su intervención explicando cómo la situación actual de Cuba se enmarca en un mundo con un escenario complejo y desafiante, a raíz de la crisis de salud y económica provocada por la COVID-19.
En ese contexto, la Isla debe enfrentar los meses por venir con la convicción de que “no podemos seguir haciendo lo mismo en el ámbito de la economía, porque de esa manera no se obtienen los resultados que necesitamos”, dijo.
Por tanto, el Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC), presidido por Raúl Castro, aprobó la semana pasada una estrategia que hoy se presenta en el Consejo de Ministros.
Para ello, explicó Díaz-Canel, se partió de las bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, de la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y de los Lineamientos de la Política Económica y Social, documentos aprobados durante el VII Congreso del PCC.
“Hemos aprobado una estrategia que va dando resultados, un plan económico y social que, en una primera etapa, ya aprobamos en el Buró Político. Buscamos el fortalecimiento de la economía ante la situación mundial e iniciaremos de inmediato su implementación”, dijo el presidente cubano.
Tomando como punto de partida la situación del mundo y del país, se analizó el debate público, en redes sociales y en la academia. “Hemos buscado donde están los focos de atención”, puntualizó el mandatario.
Al partir de documentos aprobados por el Congreso del PCC, se tocan asuntos que en alguna medida habían quedado postergados. Sin embargo, aseguró Díaz-Canel, son temas aprobados por el Congreso y la Asamblea.
La estrategia enemiga es atacar por varios frentes
Señaló que en el libro de Bolton se plantea cómo el Gobierno de Estados Unidos ejerce presión sobre otros países. Relata su apoyo a intentos de golpes de Estado, su injerencia, violencia, intervención militar y el despliegue de bases por todo el mundo.
Díaz-Canel alertó sobre la estrecha alianza entre el Gobierno de Estados Unidos, la contrarrevolución cubana y la oposición venezolana que el texto de Bolton confirma y también “cómo se ha reactivado la doctrina Monroe, cómo se usan las calumnias y mentiras como pretexto para el intervencionismo, cómo se emplean la corrupción y el soborno, la obsesión contra Cuba y Venezuela. En ese libro se demuestra cómo se orquestó la persecución a nuestro país para impedirnos comprar combustible”.
El presidente cubano apuntó que el libro de Bolton corrobora la validez de las denuncias que ha hecho la Revolución cubana sobre la indignante política actual del imperio.
Refiriéndose a otros aspectos de la actual crisis sanitaria y económica en el mundo, Díaz-Canel aseguró que esta se ve reforzada por los problemas que atraviesa la nación estadounidense. “El país que más riquezas tiene en el mundo es el que más muertes y más afectados tiene por esta pandemia. A ello se suman el abuso policial y los problemas raciales”, dijo.
A la Administración estadounidense le molestan el prestigio y los resultados de nuestro país. “Eso explica por qué incrementa su agresividad en medio de las actuales circunstancias, evidenciada en el aumento de la persecución financiera, en el congelamiento de cuentas cubanas en terceros países, en varias acciones orientadas a desprestigiar a los dirigentes cubanos, en el recorte del envío de remesas, en la aplicación de limitaciones contra empresas que mantienen negocios con Cuba y en los permanentes intentos de crear condiciones para un estallido social”.
Por tanto –dijo–, tenemos que ubicarnos en un campo de batalla donde la estrategia enemiga es atacar por varios frentes y disparar por todos los blancos posibles.
Desde la perspectiva de los enemigos de la Revolución, cada asunto es un sector de fuego. “Toman el tema de las colas para el pollo y apuntan al nivel de vida de la población, toman el tema del desabastecimiento y atacan la gestión del Gobierno”, afirmó el presidente cubano. En definitiva –continuó–, atacan todo lo que se hace y promueven acciones para desacreditar a las autoridades.
En temas de derecho y sociedad –añadió el mandatario–, no desisten en la búsqueda de puntos de quiebra de la unidad nacional. Para ello magnifican los posibles disensos en asuntos sensibles como el matrimonio igualitario, el racismo, la violencia contra la mujer o la protección animal, por solo mencionar algunos ejemplos. Sin embargo, el Gobierno cubano también trabaja en esas deudas de siglos, que solo la Revolución en el poder ha enfrentado con progresos.
Díaz-Canel insistió en la importancia de comprender que, mientras más frentes logren abrir y mientras menor sea la capacidad de nuestras instituciones políticas y sociales para resolver los pendientes, mayores resultados obtendrán los enemigos históricos de la Revolución. No es posible olvidar que los objetivos supremos tras todas las campañas que organizan son los mismos: denostar el sistema político, visualizar siempre en negativo y mostrar un caos en nuestra sociedad.
“Hay mucho dinero corriendo y también laboratorios ideológicos. Los nuevos modelos mediáticos han demostrado efectividad en cuanto a sus capacidades para manipular y desarmar ideológicamente a los pueblos en nuestra región y el mundo”, alertó.
Por tanto, urge diseñar una estrategia de comunicación que utilice, incluso, muchas de las herramientas usadas contra nosotros, pero que también cree algunas más ajustadas a nuestra realidad.
De todos modos, no hay dudas de que la manera más efectiva de comunicar es hacer las cosas, y hacerlas bien. “Cuba, como pocos países de similar desarrollo, tiene la posibilidad de hacerlo bien. Existen las instituciones e infraestructuras necesarias para que tributen a la generación de esta estrategia, y tenemos el capital humano preparado para ello”, aseguró el mandatario.
En función de lo anterior, insistió en la necesidad de actualizar los modos de comunicar. “No podemos seguir anclados en formas anteriores a la era digital y no podemos burocratizar los procesos ideológicos. La comunicación social ha llegado a las instituciones del país, pero debemos ser más proactivos y capaces de anticiparnos a las manipulaciones mediáticas”, dijo.
El presidente cubano también se refirió a las especulaciones que, durante los últimos días, crecieron en torno a algunas medidas complejas que no benefician a todos los sectores por igual. Sin embargo, son necesarias para remontar los problemas económicos de la nación.
“Inmediatamente han comenzado a sembrar dudas y alimentar la desconfianza. El enemigo, con su sistema de medios y sus mercenarios de turno, trabaja para sembrar desesperanza y desaliento. Hay que ver cómo se rajan las vestiduras y asumen roles de víctimas o de pensadores ahora muy preocupados por el pueblo y por los trabajadores, algunos que serían incapaces del menor sacrificio por la nación, que nunca hablan de la verdadera causa, o la mayor causa de nuestros problemas, que es el bloqueo al que no son capaces nunca de repudiar o condenar.
“Sacan de contexto frases para ridiculizar esfuerzos, hablan de un apartheid económico… ¿Se puede hablar de apartheid económico en un país donde el Gobierno se preocupa todos los días por cómo le llega la mayor parte de las cosas a todos por igual?”.
Para suplir otros productos, en los que no podemos gastar divisas, se vincularán más actores económicos presentes en el país. Así sucederá con los muebles, calzado o ropa, que hacen nuestros artesanos y la industria nacional, afirmó.
Pero será necesario vender una determinada cantidad de mercancía en moneda libremente convertible, para tener divisas y seguir ampliando ese tipo de ventas y porque parte del dinero recaudado por esa vía se introducirá en la industria nacional, para que esta se convierta en una fuente de productos para esas tiendas y para las otras, explicó.
El presidente cubano subrayó que Cuba vive una situación compleja desde mediados del pasado año, pero ha ido superándola. “La situación compleja no es de Cuba, es del mundo”, enfatizó.
“Nosotros, en medio de los actuales desafíos, seguimos buscando la solución para todos. No hay ningún Estado en el mundo que se preocupe porque todos sus habitantes coman todos los días. Aquí se entregan las mismas libras de arroz por la canasta al campesino, al que tiene una paladar, al que vive en la ciudad y al que trabaja para el Estado. ¿En qué país del mundo se viven esas cosas?”, dijo Díaz-Canel.
Comentó que algunos olvidan la obra de la Revolución en los momentos complejos, pero es en esos momentos en los que hay que sacar los argumentos y fortalezas de la Revolución.
La estrategia se irá explicando en detalle y en cada momento, con transparencia. “Es un sistema de medidas no solo para resistir, sino para salir adelante y desarrollarnos. Todo lo que proponemos y trabajamos busca un bien común: mejorar en tiempos de crisis”, afirmó.
La Revolución en su devenir histórico ha probado su vocación por la justicia social
Reconoció el desabastecimiento existente en las tiendas, pero recordó la situación de asedio que sigue viviendo el país. “¿Por qué Cuba no tiene más divisas? Entre otras cosas, por el bloqueo, por la persecución financiera”.
“Porque no podemos exportar lo que queremos, porque cada vez que le exportamos a alguien tratan de cortar esa exportación; porque cada vez que estamos tratando de gestionar un crédito tratan de quitarnos el crédito. Porque tratan de que no llegue combustible a Cuba. Y entonces tenemos que comprar en terceros mercados, a precios más altos. ¿Por qué no se habla de eso? ¿Son patriotas esos que tanto nos critican? ¿Están tan interesados de verdad en el pueblo o lo que quieren es un cambio de sistema donde se favorezca a una minoría?”.
Díaz-Canel reconoció que con algunas de estas medidas se corren riesgos. Por tanto –dijo–, “tendremos que enfrentar los coleros, los revendedores, los casos de corrupción y el mercado ilícito de divisas, de manera más decisiva e intensiva. Para todo eso tenemos la fuerza de la Revolución y la participación del pueblo”.
“Como Gobierno, nos corresponde escuchar, atender, diferenciar la crítica honesta y la sugerencia valiosa del acto malicioso y la propuesta impracticable. Y nos toca responder, explicar, argumentar y aplicar todo cuanto aporte. Solo así se gana la confianza de las mayorías y se prueba que todo lo que hacemos, lo hacemos para salvar al país y para avanzar”.
El mandatario declaró que “el pueblo del que formamos parte todos, sabe distinguir lo legítimo de lo falso cuando participa activamente en lo que hacemos para defender y fortalecer a la nación frente a la difícil situación agravada por la amenaza imperial. Todos los días estamos enfrascados en la búsqueda de soluciones a los problemas, pensando y sintiendo como pueblo, pensando y actuando para el bien de todos”, dijo.
En ocasiones –explicó–, para beneficiar a todos hay que aplicar medidas que, entre comillas, parecen favorecer a pocos. Sin embargo, a la larga ayudarán a todos.
Díaz-Canel recordó que, en los últimos meses, Cuba enfrentó numerosos intentos para impedir la llegada de combustible a los puertos del país; desabastecimiento de alimentos y materias primas para sostener importantes procesos productivos, y sanciones que han mermado el ingreso de divisas en medio de la pandemia.
A pesar de ello, se elevaron todo lo posible los salarios en el sector presupuestado, se evitaron los apagones, se mantuvieron la vitalidad de la actividad productiva y las inversiones fundamentales, se aprobaron medidas para proteger y atender a toda la población cubana, sin distinción, de la COVID-19.
“Con sensible carencia de recursos, logramos controlar la pandemia y aunque lamentamos la pérdida de 87 vidas, nos consuela y anima que no falleció ningún niño o profesional de la salud y que no colapsó nuestro sistema de salud; que la gestión del Gobierno favoreció la acción integrada de nuestro sistema de salud y de nuestros científicos, con indiscutibles resultados; que nuestros protocolos médicos salvaron más vidas que los implementados en otros confines”, destacó el presidente.
Añadió que durante el enfrentamiento a la pandemia, se mantuvo una comunicación transparente y sistemática con la población y se enviaron brigadas médicas de la Isla a ayudar en otros países, ganando el respeto y la admiración del mundo. “Con la satisfacción por esos resultados, ahora vamos a concentrar los mayores esfuerzos en desarrollar acciones para impulsar la economía”.
“La Revolución, en su devenir histórico, ha probado de modo constante e invariable su vocación por la justicia social. Nadie queda desamparado en nuestro país. Así ha sido, es y será siempre. Nos debemos al pueblo al que pertenecemos; lo respetamos y queremos y para su bienestar trabajamos. Bajo esas premisas que dan sentido a nuestras vidas, nos hemos planteado cómo enfrentar la situación que impone el mundo pos-COVID-19, no solo para resistir, sino para avanzar y fortalecernos”, afirmó Díaz-Canel.
Explicó que las medidas aprobadas retoman todo lo aún pendiente de los temas aprobados en el congreso del Partido. Para ello, se eliminarán trabas ya identificadas. “Las transformaciones en marcha demandan la aplicación de 209 lineamientos. En todas hay oportunidades y riesgos que debemos identificar de inmediato para corregir todas las posibles posibles distorsiones”.
“El peor riesgo estaría en no cambiar, no transformar y perder la confianza y el apoyo popular. Lograremos apoyo popular porque vamos a lograr bienestar y mejorías”, sentenció.
Aseguró que las transformaciones de esta etapa se aplicarán de manera gradual, pero avanzando en todas simultáneamente. Añadió que debemos aprender a vivir con menos importaciones y más exportaciones, promoviendo la producción nacional para satisfacer la demanda interna, potenciando los sistemas productivos territoriales y el papel de los Gobiernos locales.
Todas las medidas recogidas en la estrategia se aplicarán, dijo el presidente cubano. “Unas se harán más rápido y otras llevarán más tiempo. Las decisiones tomadas exigen la preparación de los organismos y la implementación de una estrategia de comunicación que logre explicar al pueblo y cierre todos los caminos a la tergiversación.
“La próxima semana llevaremos esta información a los presidentes de las Asambleas del Poder Popular, los secretarios del Partido e intendentes. Hoy se inicia también una serie de Mesas Redondas para la explicación al pueblo. En octubre, se estará presentando esta estrategia en la Asamblea Nacional del Poder Popular. Debatiremos ahí los primeros resultados de la misma”, afirmó Díaz-Canel.
“Habrá que ajustar las empresas de la agricultura, las relaciones entre empresas estatales y otras formas de gestión y propiedad que aportan a la producción de alimentos, el sistema de comercialización y los incentivos y apoyos en crédito. Se estudiará, además, la posibilidad de que cualquiera de las formas productivas pueda importar a través de empresas estatales y exportar producciones para tener financiamientos en divisas“.
Díaz-Canel mencionó entre las acciones a priorizar el reordenamiento del comercio interior y de la empresa estatal socialista, la transformación del entorno monetario en que opera la inversión extranjera, la participación de la industria nacional como principal proveedor de bienes y servicios que demanda la economía, el incremento y diversificación de las producciones y la exportación de todas las formas de gestión a través de las empresas estatales de comercio exterior:
Además, se trabajará en el perfeccionamiento del trabajo del sector no estatal. Las prioridades inmediatas serán quitar trabas, eliminar el gravamen a la compra del dólar, articular mecanismos para la canalización de las remesas en función del desarrollo económico y social y diseñar la implementación de incentivos fiscales, de la deuda pública con participación de diversos sectores.
Se realizarán también los últimos análisis para completar la tarea de unificación monetaria y cambiaria. El objetivo es aprobarla en el menor tiempo posible. “Cuando la implementemos, se eliminará casi la totalidad de las trabas que hoy tenemos para el desarrollo de las fuerzas productivas”, afirmó el mandatario.
Díaz-Canel propuso definir la estrategia como un plan que defiende un ideal. No es una idea de perfección, sino una suma de los objetivos a conseguir en el siguiente orden:
-Implementar los acuerdos del congreso del Partido y cumplir con las demandas populares emanadas del debate popular de sus lineamientos.
-Derrotar la política del bloqueo económico impuesto a la Isla desde los Estados Unidos.
-Enfrentar la crisis global y multidimensional que el neoliberalismo y la pandemia han exacerbado.
-Aplicar ciencia e innovación en todos los procesos productivos y dinámicas sociales para afianzar el desarrollo.
-Legitimar y afianzar el ideal socialista como único camino hasta ahora conocido hacia la prosperidad con justicia social.
“Si unimos las letras iniciales de estos cinco objetivos fundamentales leeremos la palabra IDEAL”, afirmó.
El presidente cubano aseguró que Cuba vuelve a ser retada por un desafiante contexto mundial y una agresiva política imperial.
“Contamos con una historia suficientemente grande e inspiradora para lanzarnos a la pelea. A esta historia se suman ahora los logros que nos colocaron entre los países que pudieron vencer a una pandemia terrible aun en medio de las políticas del bloqueo, persecución financiera y las más indignantes campañas para el descrédito de nuestros héroes”.
Finalmente, recordó el concepto de Revolución que, hace exactamente 20 años, nuestro Comandante en Jefe convirtió en sus testamento político. Este, dijo, se enlaza a los objetivos de la actual estrategia.
Citó: “Revolución es sentido del momento histórico, es cambiar todo lo que deba ser cambiado, es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos, desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito nacional y social, defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio”.
Añadió que ante esas ideas insuperables de la obra construida en más de 60 años de lucha y sacrificio, solo queda reiterar que se pudo y se podrá.
“Pudimos enfrentar y controlar la pandemia. Podremos enfrentar y controlar la crisis. Fuerza Cuba, que seguiremos impulsando la economía y venciendo. Como nos enseñó a decir siempre desde estas y otras tribunas el General de Ejército: ¡Viva Cuba libre!”, finalizó el presidente cubano.
En el inicio de su intervención en la Mesa Redonda, el vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, explicó que la actual situación no es igual a otros momentos de tensión vividos por la economía cubana. Según dijo, este es un contexto excepcional no solo para el país, sino para el mundo.
“Llevamos cuatro meses sin turismo, lo que significa un perdida sostenida de ingresos. Junto a ello, también dejamos de exportar algunos productos y en otros hemos enfrentado una disminución de la demanda en el mercado internacional”, apuntó.
Alejandro Gil recordó los gastos adicionales en el sector de la salud, en el financiamiento de los centros de aislamiento, así como en la atención a los trabajadores y al resto de la población. Todo ello –explicó–, ha creado un aumento del déficit presupuestario, aunque el salario siempre se ha priorizado. “Una de las alertas que hicimos antes de comenzar la pandemia fue que no sabíamos su duración”.
Ante esa situación, el vice primer ministro recalcó la necesidad de diseñar una estrategia para vencer las dificultades. Ese plan tiene en cuenta tanto el contexto actual y el previsible como el recrudecimiento del bloqueo. Sobre este tema, recordó que aun en tiempos de lucha contra la COVID-19, el Gobierno de Estados Unidos no ha cedido en sus presiones contra Cuba y crea nuevas trabas.
“Ante esta situación excepcional, requerimos de una estrategia que nos conduzca sin improvisaciones y concebida con lógica. La primera etapa estaba más enfocada en el enfrentamiento al virus y contempla las tres fases que todos conocen. La segunda, por su parte, está enfocada a impulsar la economía y enfrentar el complejo escenario actual”.
Gil Fernández explicó que la nueva estrategia abarca 16 áreas claves de la economía y tiene otros capítulos vinculados al desarrollo de otras formas de gestión no estatal. “Se trata de un abordaje integral de las actividades que impactan en nuestra economía y en la vida social”.
“Siempre decimos que ante más incertidumbre, mayor debe ser la planificación. Por eso tenemos una estrategia pormenorizada que está acorde con nuestro modelo económico y los lineamientos, mientras se enfoca en el levantamiento de trabas y en operar de manera más funcional nuestra economía”, dijo.
De acuerdo con el ministro de Economía y Planificación, la nueva estrategia cubana para enfrentar la crisis económica provocada por la COVID-19 partió de un diagnóstico de los principales problemas. De este emergieron un conjunto de nueve principios enfocados en continuar el avance de la economía nacional.
Entre esas líneas generales, Alejandro Gil comentó que la primera consiste en mantener la planificación centralizada. “Esa característica es una fortaleza de nuestro sistema, lo cual no significa asignación centralizada de recursos. Estamos dando pasos en función de descentralizar la asignación administrativa de recursos”.
En segundo lugar mencionó la defensa de la producción nacional y el destierro de la mentalidad importadora. “Nos ha hecho mucho daño, porque nos acomoda. Esta etapa nos enseñó que tenemos potencialidades por explotar”. En tercer lugar aparece la regulación del mercado, principalmente por métodos indirectos. Sobre este tema, el también vice primer ministro cubano apuntó que ese elemento no contradice nuestro modelo económico ni los lineamientos.
El cuarto principio de esta estrategia tiene que ver con la vinculación de los diferentes actores económicos, tanto del sector estatal como del no estatal. El quinto punto incluye el papel dinamizador de la demanda interna. Sobre este, el ministro de Economía señaló que permitirá la generación de empleos y garantizará utilizar la demanda interna en función del crecimiento productivo del país.
El sexto principio tiene que ver con una mayor autonomía en la gestión del sector empresarial, un elemento ampliamente reclamado por la población y los propios empresarios.
“Es un elemento que conlleva preparación para asumir esas responsabilidades y que la empresa estatal socialista sea eficiente. Tenemos buenos ejemplos tanto allí como en el sector no estatal. La idea es que ambos se desempeñen en condiciones similares en medio de las complejidades del actual contexto”, apuntó.
El séptimo elemento incluye la implementación de aspectos claves aprobados y pendientes en la actualización de las formas de gestión y propiedad. También se trabajará en el redimensionamiento del sector empresarial y el sector no estatal, y en la relación entre ambos.
El octavo punto tiene que ver con incentivar la competitividad, garantizando el uso eficiente de los recursos materiales y financieros, así como el ahorro como manera de aumentar la eficiencia.
Sobre este punto, Alejandro Gil remarcó que el ahorro no significa dejar de producir, sino hacer más con los recursos disponibles.
Este principio también recoge la creación de resortes para la motivación del trabajo, mediante un sistema de incentivos que deben funcionar por igual tanto en el sector estatal como en el no estatal.
Finalmente, el último principio de la estrategia se relaciona con el respeto a las políticas ambientales y al desarrollo sostenible.
“Como se ve, es una estrategia estructurada, con coherencia y compatibilidad. Trabajaremos en todos los principios, concentrando los primeros esfuerzos en aquellos puntos que implican transformaciones en el más breve plazo posible”, aseguró.
En ese tema, apuntó a la implementación de un conjunto de decisiones para atacar problemas de carácter subjetivo. En tal sentido, habló de un ordenamiento del sector para mejorar las relaciones entre las empresas estatales y su vínculo con la base productiva.
Asimismo, se refirió al financiamiento y al papel dinamizador de la banca, junto a la flexibilización de las formas de comercio en el sector agropecuario. “Debemos tener una comercialización no monopólica, en la que lo principal sea la eficiencia, el menor costo entre el productor y el vendedor. A veces gana más el intermediario, y al final eso lo paga el pueblo que compra los productos. También debemos mejorar las relaciones entre cobros y pagos, para evitar las deudas.”
Gil Fernández recalcó que la nueva estrategia incluye en este apartado a las industrias manufactureras y la azucarera, en las cuales se pretende incrementar la eficiencia y la productividad. Por su parte, también busca la transformación de la empresa estatal en el sector agropecuario.
Otro propósito radica en fortalecer la autonomía de la empresa estatal socialista. En ese sentido, se busca defender la eficiencia y la creación de condiciones para que la dirección de la entidad tenga más decisión sobre determinados elementos que corresponde decidir a un empresario y no a los niveles superiores. “También pretendemos flexibilizar el objeto social de la empresa y permitir la ejecución de actividades colaterales”.
Otro punto de la estrategia tiene que ver con el inicio del diseño de la micro, mediana y pequeña empresa, siempre ajustadas a nuestra condiciones y no exclusivas del sector privado. “Dentro de la transformación de la empresa estatal socialista vamos por ese camino. Estas instituciones pueden funcionar tanto como estatales o privadas e incluso mixtas”.
Alejandro Gil explicó que, en este caso, no entrarán en funcionamiento inmediatamente, pero ya se trabaja para su instrumentación.
Otra línea importante radica en el trabajo para que las formas de gestión no estatal puedan importar y exportar sus productos. A su vez, también potenciar el acuerdo ya aprobado y en fase de implementación que permite a las cooperativas la posibilidad de vender a la Zona Especial de Desarrollo Mariel. También se trabajará para incentivar la inversión extranjera directa, sobre todo en la producción de alimentos.
Finalmente, el vice primer ministro cubano comentó que otro propósito es perfeccionar el trabajo por cuenta propia, impulsar las cooperativas y ampliar el trabajo por cuenta propia. Para ello, se prevé transformar y flexibilizar el otorgamiento de licencias.
Como parte de su intervención, Alejandro Gil dijo que cada punto de la estrategia se encamina a fortalecer nuestra economía y aprovechar las potencialidades internas.
Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, comenzó su intervención en el programa televisivo explicando que no debemos ver la exportación solo segmentada en el sector estatal. La idea es que la gestión no estatal pueda exportar a partir de empresas especializadas estatales.
Para ello no vamos a esperar a que todas las condiciones sean perfectas. “Hay trabajadores por cuenta propia que no tienen personalidad jurídica, la tendrán cuando tengamos la legislación lista para la constitución de las micro, pequeñas y medianas empresas. Pero no tenemos que esperar por ese paso para que ellos puedan exportar”, aclaró.
El ministro explicó que se trabaja en una serie de principios para hacer viable este escenario. Primero –indicó–, las mercancías y los servicios deben tener la calidad requerida para ser competitivos y que puedan penetrar los mercados.
En segundo lugar, Malmierca insistió en que las importaciones a realizar garanticen las producciones para sostener la cadena de producción de bienes y servicios. Debe tratarse, en la medida de lo posible, de fomentar los encadenamientos en la economía interna.
Nuestra industria y la economía deberán brindar los suministros para sustituir la importación. Sin embargo, cuando sea preciso importar, las empresas estatales y las no estatales establecerán relaciones a través de contratos, precisó el ministro.
Un elemento esencial es que las formas no estatales tendrán que disponer de cuentas corrientes en moneda libremente convertible, así como en CUC y CUP. Para ello ofrecerán sus servicios oportunamente el Banco Popular de Ahorro, el Metropolitano y el de Crédito y Comercio.
Los precios de las importaciones y las exportaciones, por su parte, serán un elemento a acordar entre las partes: la forma no estatal con la empresa que le brinda el servicio, informó el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.
Para ello, se utilizarán como referencia los precios que esos productos o sus similares tienen en el mercado más cercano a nosotros.
“Del ingreso que se reciba por la exportación, solo se descontará un pequeño margen comercial por la empresa estatal que brinda el servicio, así como los gastos asociados a la operación”, explicó el ministro.
A partir de los acuerdos entre ambas partes, “un porcentaje a determinar se retendrá en divisa en la cuenta de la forma no estatal y el resto en las otras cuentas en CUC o CUP”, dijo.
Lo más importante es que la forma no estatal pueda retener las divisas necesarias para reaprovisionarse, así como para seguir produciendo y exportando.
En el caso de las importaciones, además del precio de la mercancía, se incluirán otros gastos logísticos, aduanales y de transportación, que serán pagados a través de las cuentas bancarias en divisas.
Malmierca se refirió además a las formas de adquirir las divisas. “Con la propia exportación y el porcentaje que retienes en la cuenta, con transferencias bancarias en moneda libremente convertible que pueden venir desde el exterior o bancos cubanos donde haya cuentas con liquidez. Fincimex, por ejemplo, lo podrá hacer”.
El ministro de Comercio Exterior aseguró que las tarjetas magnéticas se podrán utilizar para hacer extracciones de moneda nacional en efectivo, pero no para extraer moneda libremente convertible. “Estamos tratando de bancarizar lo más posible el dinero y que no circule la divisa en efectivo”, explicó.
Informó también que ya existen 37 empresas cubanas especializadas en la actividad de comercio exterior para brindar los servicios de importación y exportación a las formas de gestión no estatal. La resolución 315/20 aparecerá en los próximos días en la Gaceta Oficial con todos los detalles de esas empresas.
Si queremos de verdad facilitar las exportaciones, debemos asegurar las condiciones en las empresas estatales para brindar un servicio de calidad a las formas de gestión no estatal, precisó.
Malmierca se refirió a la ampliación del servicio de ventas en divisas en las cadenas de tiendas. Vinculado a ello, se aprobó extender los servicios de ventas e importación en moneda libremente convertible no solo a las personas naturales, sino también a personas jurídicas.
Las sucursales o representaciones de empresas extranjeras, el personal diplomático, las embajadas o consulados y las representaciones de organismos internacionales, siempre y cuando tengan una cuenta en divisa habilitada, podrán comprar en las tiendas a partir de este lunes.
Se exceptúan de ello las sociedades mercantiles de capital totalmente cubano y las empresas estatales, aclaró Malmierca.
“Los servicios de importación que puedan derivarse de esta nueva autorización se realizarán sobre la base establecida para las personas naturales. Las cadenas de tiendas brindarán estos servicios utilizando los productos que tienen previstos en su nomenclador”, dijo.
En el caso de los vehículos, precisó, estos se adquieren en Cimex como unidad autorizada para su importación y comercialización.
Por último, el ministro enfatizó que las personas naturales o jurídicas que importen o compren no pueden revender esos productos. Con el objetivo de controlar esas posibles acciones, el Mincex actualizará el marco regulatorio con la nueva regulación 300/20 que también se publicará próximamente en la Gaceta Oficial.
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- Descargue la red de tiendas en MLC de la Cadena de Tiendas Caribe
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(Tomado de Cubadebate)