Texto y fotos: Alipio Martínez Romero
Feliz iniciativa para mantener nuestras costumbres ancestrales constituye los cursos infantiles de verano organizados por el proyecto Urdimbre para promover los valores de la artesanía en la Tercera Villa de Cuba.
Desde el 2017 se realiza esta idea con niñas y algunos niños con aficiones al arte del crochet y el bordado donde desarrollan sus habilidades creativas en el uso de telas, hilos y agujas en sus distintos diseños.
Orgullosos de compartir sus conocimientos los artesanos-artistas trinitarios a la distancia física requerida por la presencia de la COVID-19 en la isla, durante lunes, miércoles y viernes imparten las clases básicas de las distintas técnicas en los referidos cursos de verano.
Asisten a este modo de ofrecer la cultura general- integral y la formación vocacional de las nuevas generaciones estudiantes de las escuelas primarias como Marcelo Salado Lastra, Eduardo García Delgado, de la especial Jesús Betancourt Pisch y la de oficios Andrés Berro Macías.
Zobeida González Gómez, principal directiva del proyecto Urdimbre de Trinidad enfatiza que los pequeños príncipes han diseñado zapaticos, bolsos, centros de mesa, llaveros y nasobucos, cuyas obras para estimular su entrega en el aprendizaje se exhibirán en el museo Romántico de la ciudad en saludo al 23 de agosto aniversario 60 de la Federación de Mujeres Cubanas.