El aniversario 98 de las primeras transmisiones radiales continuadas en Cuba convoca al repaso de la vida de Luis Casas Romero (Camagüey, 24 de mayo de 1882 – La Habana, 30 de octubre de 1950), creador de aquella primigenia 2LC que hizo y sigue haciendo historia.
Luis Casas Romero fue un pionero de la radio, compositor, director de orquesta y flautista cubano que viajó a México como director de la orquesta de la Compañía de Raúl del Monte, para actuar en Mérida y Veracruz. En 1907 se radicó definitivamente en La Habana, donde trabajaría como flautista de la orquesta del teatro Alhambra, dirigida por Jorge Ánckermann.
Ya en 1908 era miembro del sexteto que actuaba en el teatro Martí, y dirigía la orquesta del Neptuno. En 1909 fue nombrado profesor de flauta del Conservatorio Nacional de Música Hubert de Blanck, institución en la que después impartió clases de solfeo, teoría de la música, armonía, composición e instrumentos de banda y orquesta.
En 1913 ingresó en el ejército de la República como flautista de la Banda del Estado Mayor del Campamento de Columbia; en 1918 pasó a ser subdirector de la misma y fue nombrado director, cargo que ocupó hasta su fallecimiento. En el propio 1918 fundó la primera fábrica electromecánica de rollos de pianola, en la que colaboraron Ernesto Lecuona, Moisés Simons, Jaime Prats, Nilo Menéndez y Vicente Lanz; denominó al método de perforación rollo autógrafo.
Casas Romero también se destacó por ser fundador de la radio en Cuba, cuando el 22 de agosto de 1922 comenzó las emisiones experimentales con su radio 2LC, fecha que ha dado lugar al Día de la Radio cubana, esa que cumple hoy 98 años de transmisiones continuadas.
El 16 de diciembre de 1933 inauguró Radio COC, la primera emisora de onda corta en Cuba, que 14 años después, el 28 de enero de 1948, fue adquirida por Guido García Inclán, y adoptó el nombre de Radio COCO Luis Casas fundó también la CMCK y fue director artístico de la CMC de la Cuban Telephone Company.
El 10 de Octubre de 1922, la primera transmisión de la PWX, es considerada oficialmente como el inicio de la radiodifusión, momento en el cual se transmitió -en español y en inglés- un discurso inaugural del entonces Presidente de la República Alfredo Zayas.
Desde el inicio de la radiodifusión hasta la década de los años 30, la radio mantuvo una programación basada fundamentalmente en la información y el entretenimiento, y ya en los años 50, salvo contadas excepciones, tanto los servicios de radio como de la televisión pertenecían a las clases dominantes poseedoras del poder político, que los utilizaban para imponer patrones ideológicos y culturales convenientes para sus fines e intereses.
Son muy conocidas estas estrofas de una melodía que lleva por título “El mambí”, cuyo autor es Luis Casas Romero, a quien se le reconoce, entre sus grandes méritos a favor de la cultura, ser el creador de la criolla como variante genérica musical genuinamente cubana, e iniciador de las transmisiones radiales en nuestro país.
A la autoría de Casas Romero se deben otras conocidas obras del cancionero popular como “Adiós, amor “, “Adiós al bohío “y el bolero “Si llego a besarte “.
El 22 de Septiembre de 1909, Hubert de Blanck (1856-1932), nombró a Luis Casas Romero catedrático de la asignatura de Flauta en el Conservatorio Nacional de Música. El Maestro Luis Casas Romero fue, asimismo, Profesor de Teoría de la Música, Armonía, Composición e instrumentos de Banda y Orquesta: títulos otorgados por el Ministerio de Educación, y figuró en casi todos los Tribunales de Exámenes nombrados en nuestro país.
Su inmortal criolla El Mambí, que lo hizo mundialmente célebre, se estrenó en 1912, como puede comprobarse leyendo la crónica que apareció publicada en la primera página de El Comercio (Diario Político y Mercantil, edición de la tarde, La Habana, del día Jueves 21 de Marzo de 1912), y que dice así:
“En el Casino Español. Concierto improvisado. Esta madrugada, a las dos, aproximadamente, hubo de reunirse por azar en el Parque Central, tres profesores de música, dos cubanos y un mexicano. Los cubanos eran los compositores Moisés Simons y Luis Casas Romero y el mexicano el maestro José Morone. Como los numerosos amigos que acompañábamos a éstos, deseábamos oír una criolla que acababa de componer Luis Casas Romero, le pedimos a los tres maestros allí reunidos, que nos la hicieran oír. ¿Pero dónde ir a aquella hora? Una voz oportuna dijo: “al Casino Español”, y allí nos dirigimos.
Gracias a la amabilidad de alguno…de los socios de aquella socie…(roto). El maestro Moisés Simons se sentó al piano. Luis Casas Romero, el mágico de la flauta, se sentó a la derecha, y el maestro Morone, el del violín, se sentó a la izquierda. Con una sensibilidad exquisita, los tres maestros empezaron a ejecutar la criolla que deseábamos oír. Esta se titula El Mambí y la letra es del poeta cubano Sergio La Villa. A pesar de la hora, aquella música de sabor típico, atrajo un gran público que se aglomeró en las diferentes ventanas del Casino Español. ¡Y eso que desconocían la letra! El Puccini cubano, Balmés o Moisés Simons, hizo prodigios en el dormido piano. Casas le secundó magistralmente. ¿Pero para qué hablar de este maestro? ¿No es bastante conocido? “El Mambí”, su última producción, obtendrá un verdadero triunfo. Se lo merece. ISAAC.” (JRGR / Ecured, Portal de la radio cubana, Radio Cadena Habana y Facebook).