Por: Rafael Novoa Pupo
Pascasio Alonso Fajardo, popularmente conocido como Pacho Alonso nació en Santiago de Cuba el 22 de agosto de 1928, fue un cantante que incursionó en el bolero y el ritmo pilón, cuya música todavía hace bailar a los cubanos por su ritmo, letra, y movimiento.
Pacho, cantaba boleros y son, ritmos que en su voz sonaba diferente con una mezcla de melancolía y sutileza, válida para enamorar, recordar y soñar. Fue además director de orquesta y de varias agrupaciones musicales.
Durante su trayectoria artística, Pacho trabajó estrechamente con Faustino Oramas, Ibrahim Ferrer, Carlos Querol, y Enrique Bonne. Además, participo en una compañía de teatro infantil que se presentaba en el antiguo Teatro Coliseo de Santiago de Cuba.
Su carrera musical comenzó formalmente en 1945, en una presentación en reemplazo de su hermano en la emisora CMKC de Santiago de Cuba. Posteriormente se presentó en Cadena Oriental de Radio CMKW, paralelamente a sus estudios para magisterio. Durante esta época, a los 18 años fue presentado por José Antonio Méndez en la conocida Emisora Mil Diez de La Habana.
En 1951 fue contratado como vocalista para la orquesta de Mariano Mercerón, donde también cantaban Fernando Álvarez y Benny Moré, trío que se conoció como Los tres mosqueteros.
En 1952, funda en Santiago la agrupación Pacho Alonso y sus Modernistas. Cuatro años más tarde Pacho Alonso y sus Modernistas se trasladan a La Habana, pasándose a llamar Pacho Alonso y sus Bocucos y más adelante, crea Pacho Alonso y sus Pachucos.
En la década del cincuenta lanza su primer disco, Chachachá de la Reina, acompañado de la orquesta de Mercerón y con música compuesta por Enrique Bonne. En 1957 se radica en La Habana realizando conciertos y presentaciones en radios y televisión. A fines de 1958 alcanza reconocimiento con las canciones «Enfermo del alma» y «Dame un chance», compuestas por Electo Rosell Chepín, y en 1960 obtiene un disco de oro por «La pachanga».
Pacho Alonso realizó varias presentaciones por América, Europa y África. Finalmente, a fines de la década de 1970 su hijo Pachito, pianista y arreglista musical, se adhiere a la orquesta, quedando como director, luego del fallecimiento de Pacho.
Su famoso ritmo pilón lo inmortalizo, pero Pacho Alonso era mucho más que un ritmo, era un músico completo, lleno de matices y sentimientos, cultivador de varios géneros, pero especialmente cantaba de forma muy personal el mundialmente conocido bolero.
Un año antes de fallecer de forma repentina, en La Habana, un 28 de agosto de 1982, el estado cubano le había otorgado a Pacho Alonso la Medalla por la Cultura Nacional. De ese modo se le reconoció a nombre de su pueblo, sus grandes aportes a la música popular cubana y a su alegría de vivir.
(Con información de Ecured)