Presidente de Cuba recuerda a Eusebio Leal en el natalicio 78 del intelectual cubano recientemente fallecido

Foto: captura de Twitter

Por: José Rafael Gómez Reguera

El Presidente de la República de Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez recordó este viernes 11 de septiembre al destacado intelectual cubano Eusebio Leal Spengler, en el aniversario 78 de quien fuera, hasta su reciente deceso Historiador de La Habana.

A través de su cuenta oficial en la red social Twitter, el mandatario escribió: “Eusebio, el hombre. Hoy le recordamos en el aniversario de su natalicio”, acompañado de la etiqueta #SomosCuba, y enlazado con un material publicado por el diario Granma, Órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), titulado precisamente Eusebio, el hombre, de Mario Cremata Ferrán.

En él se afirma: “Hoy, a poco más de un mes de su partida física, aparte de ritualizar para siempre ese hermoso gesto de las sábanas blancas colgadas en los balcones, el homenaje más sincero que podemos hacerle a Eusebio Leal es asomarnos a su propia vida con la cabeza descubierta, como rogaba él que se hiciera con nuestros próceres, aceptándolos tal como fueron, sin negar sus contradicciones y defectos”.

Leal, gran estudioso de la Historia de Cuba y de sus próceres, admirador de la obra de la Revolución cubana y de su máximo líder, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, siempre consideró que, sin el triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, no hubiera sido posible el hecho más importante de las últimas seis décadas: la Revolución cubana en sí misma.

Defensor del patrimonio, Eusebio Leal demostró que la restauración de La Habana Vieja y muchas zonas de su contorno, no estarían nunca desligadas de las necesidades de quienes le habitan, algo también aplicable a otros centro urbanos de gran relevancia arquitectónica como la misma Trinidad de Cuba, una ciudad a la que quiso entrañablemente, donde defendió numerosos conceptos del quehacer conservacionista y restaurador, e incluso, hizo no pocos señalamientos críticos ante hechos concretos que podrían tener buenos propósitos pero pudieran convertirse en elementos negativos ante la visualidad de una ciudad hermosa y única, devenida, como la propia capital cubana, Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Sus comentarios públicos y privados, las conferencias que impartió en Trinidad, siempre serán punto de referencia para un ser humano, único, excepcional, de profunda raíz martiana, a cuyas concepciones y enseñanzas siempre que habrá que volver una y otra vez.