Eusebio Leal, defensor del patrimonio cubano

Eusebio Leal en la celebración por los 500 años de fundación de Trinidad.

Por: Rafael Novoa Pupo

Eusebio Leal Spengler, el historiador de La Habana, fallecido el pasado 31 de julio a los 77 años de edad, pasó a la posteridad por su tenaz empeño en restaurar y devolver a la vida el bello centro histórico de la capital cubana, una obra compleja a la que dedicó más de 40 años, y de la que alcanzó a ver los frutos.

Había nacido el 11 de septiembre de 1942 en la Habana. De formación autodidacta, comenzó a trabajar en 1959 a los 16 años, en la Administración Metropolitana de La Habana, donde alcanzó el nivel de sexto grado. Como otros jóvenes interesados por la Historia, fue acogido como discípulo por Emilio Roig de Leuchsenring, y orientado por él en su vocación. En 1967 fue designado Director del Museo de la Ciudad de La Habana, sucediendo en su cargo al Doctor Emilio Roig de Leushenring.

Títulos como los de Doctor en Ciencias Históricas y Maestro en Ciencias Arqueológicas y en Estudios sobre América Latina y el Caribe, Director del Museo de la Ciudad y de la Oficina del Historiador de La Habana, a los que se suman varios reconocimientos como Honoris Causa de universidades cubanas y extranjeras, avalaron su extraordinaria labor intelectual de décadas.

Recibe Eusebio Leal el Título Doctor Honoris Causa en relaciones internacionales, que concede el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) de Cuba, en el Teatro Martí, de La Habana, el 14 de febrero de 2019.  Foto: Modesto Gutiérrez Cabo.

Leal, respetado como pocos en su querida Cuba, y admirado por su elegante oratoria, en la que traslucía su juventud como seminarista católico, acompañó en innumerables recorridos por La Habana Vieja, declarada en 1982 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, a muchas personalidades que visitaron al país.

Entre esos paseos, destacaron los que dio con el presidente de Estados Unidos Barack Obama en 2016, y con los reyes de España Felipe VI y Letizia en noviembre de 2019, con motivo de los 500 años de la fundación de la ciudad, un hito festejado por todo lo alto, y que en cierto modo puso el colofón a la labor de Leal.

Eusebio Leal fue también un adalid de los lazos culturales y académicos con Estados Unidos, pese a la larga enemistad y diferencias entre los gobiernos de ambos países. De hecho, su persistencia le permitió culminar en 2017 uno de sus proyectos más apasionados, ver instalada en La Habana una réplica de la imagen ecuestre del Héroe Nacional cubano José Martí, inmortalizada por la escultora estadounidense Anna Huntington, y que se encuentra situada en el Parque Central de Nueva York, desde los años 60, del siglo pasado.

Aquejado de un cáncer de páncreas, Leal libró una larga batalla contra la enfermedad que limitó su frecuente presencia en las calles de La Habana Vieja, donde muchos vecinos de la comunidad le comparaban con la figura de un alcalde. Así mismo ellos también han echado de menos encontrarlo para conversar sobre problemas sociales apremiantes como el de la vivienda, agravado allí por el extremo deterioro de muchos inmuebles centenarios, y la superpoblación.

En 1993 el Gobierno otorgó facultades excepcionales a la Oficina del Historiador para crear y explotar fuentes económicas propias, y destinar los ingresos a financiar el interrumpido plan de restauración. Fue un impulso vital al proyecto cultural y social liderado por Leal en La Habana Vieja. Fue así que proliferó entonces una floreciente red de hoteles, tiendas, museos, inmobiliarias y restaurantes.

En la conferencia magistral que impartiera en el contexto del primer taller sobre regulaciones urbanísticas, que sesionó en la tercera villa de Cuba del 6 al 10 de diciembre de 2013. Leal Spengler exhortó a las autoridades y responsables de la salvaguarda del patrimonio en la Ciudad Museo del Caribe, a aprovechar las experiencias de otros centros históricos del país, pero ajustándolas a la esencia de la localidad.

Asimismo, instó a mantener, ante todo, la riqueza espiritual de los trinitarios a quienes expresó: “Conservemos el don supremo, que es el don de la hospitalidad que practican las personas por doquier. Salen a recibir, a saludar, y sin ningún prejuicio cuando alguien les pregunta: ¿puedo ver el patio?, abren la puerta y le muestran la casa, que es lo mejor que todo podemos tener. La casa es la ciudad, es la nación. La nación es la casa”.

Eusebio Leal en Trinidad

“En Trinidad se conserva una parte muy sustantiva de la nacionalidad cubana”, con este axioma del recién fallecido Historiador de La Habana, quién visitó en más de una ocasión a la Tercera Villa, tuvo lugar el pasado 8 de septiembre, un conversatorio entre autoridades de la conservación del patrimonio local, sobre sus vínculos personales y profesionales, con el insigne intelectual.

Hasta su muerte, Leal fue diputado a la Asamblea Nacional de Cuba, presidente de Honor de la Unión Nacional de Historiadores de la Isla, titular de la Comisión de Monumentos de La Habana, integrante de la sociedad Smithsonian de Estados Unidos, y de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas, entre otros cargos.

Igualmente destacan, entre sus distinciones, las órdenes del Libertador Simón Bolívar, de Venezuela; la de Isabel la Católica en el grado de Comendador de España; la de las Artes y las Letras de Francia, y el premio nacional de Patrimonio Cultural por la Obra de Toda la Vida, concedido por vez primera en la isla, en virtud de sus excepcionales méritos y de su entrega ejemplar. (Con información de Ecured, Escambray y Cubadebate).