Por: José Rafael Gómez Reguera
El Presidente de la República de Cuba ha posicionado una etiqueta en la red social Twitter todo un símbolo para un país bloqueado, asediado por todas partes, y por si fuera poco, tocado, como la casi totalidad de las naciones del orbe, por el coronavirus causante de la COVID-19: #FuerzaCuba. Con el mayor de los respetos, e inspirados en su ejemplo, ahora debemos decir (y/o escribir): #FuerzaTrinidad. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX)
Sí, porque el rebrote del SARS-CoV-2 puede tener muchas causas, y así se puede leer en los diversos comentarios de los internautas en las redes sociales, pero hay un solo camino por delante: luchar y vencer. El optimismo, cuando tiene sólidas bases, como el nuestro, está llamado a coronarse con el éxito, pero bien alejado de consignas vacías.
Disciplina, organización, responsabilidad, y otras palabras afines han de ser nuestro día a día, una vez que ha reaparecido esta tenebrosa enfermedad que ha puesto el mundo patas arriba, detenidas las economías, cercenado sueños y muchas, demasiadas vidas humanas. En Trinidad no podemos taparnos los ojos ante la realidad circundante, y, en consecuencia, es necesario que cada uno cumpla con la parte del deber que le corresponde.
Las medidas higiénico-sanitarias habrán de reforzarse en estos días tanto al interior de los hogares como en centros de estudio y de trabajo, y potenciarse mucho más en las instalaciones donde hay personas más vulnerables como la Casa de los Abuelos, los Círculos Infantiles, el Hogar Materno, el Hospital General, los policlínicos, las clínicas estomatológicas… Mientras el Consejo de Defensa no decida lo contrario, lo mismo ha de suceder en las escuelas de todos los niveles de enseñanza.
Las alarmas se dispararon nuevamente en la Ciudad Museo del Caribe, una vez abierto el evento del hotel Village Costasur, con dos casos positivos inicialmente (un cantinero y un dependiente del centro, contactos de un cliente de Ciego de Ávila que se alojó allí entre el 27 y el 31 de agosto y luego dio positivo) y otro caso del propio municipio de Trinidad, dado a conocer en la mañana de este domingo, (recordemos que los otros dos casos, aunque vinculados con este evento, corresponden a personas residentes en los municipios de Sancti Spíritus y Yaguajay).
Desde entonces, se ha reforzado el quehacer de los compañeros del Ministerio de Salud Pública al interior de sus instituciones, pero también en los puntos de acceso a Trinidad, uno desde Cienfuegos, y el otro en Manaca-Iznaga, en los cuales, y con el apoyo de inspectores del Ministerio de Transporte y efectivos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), se detienen todos los vehículos, se les pregunta sobre su procedencia y objetivos, se controlan nombres y apellidos, así como el número del carné de identidad, y se les toma la temperatura corporal, datos que se registran de manera consecutiva.
Tal esfuerzo es apoyado, asimismo, por efectivos de la PNR en otros puntos de ambos trayectos, a fin de que no exista ninguna violación de los protocolos de control, evitando así que cualquier persona o conductor pueda acceder a la ciudad por senderos o vías secundarias.
La percepción de riesgo ha de reimponerse en toda Trinidad. No basta con las medidas restrictivas en el transporte de pasajeros interprovincial y al interior del municipio con sus comunidades rurales. Todo el que pueda debe hacer conciencia de ese #QuédateEnCasa, de la necesidad de lavarse bien las manos una vez de regreso al hogar, desinfectarse con gel hidroalcohólico, o la solución de hipoclorito de sodio, limpiar bien las superficies de uso frecuente tales como mesas, pasamanos de escaleras, picaportes de puertas principales y habitaciones, mantener el distanciamiento social y físico, evitar aglomeraciones de personas y usar el nasobuco siempre que se esté fuera de casa, independientemente de la etapa por la cual transite el territorio.
Vigente están, asimismo, junto a las restricciones o prohibiciones del transporte, la necesidad de evitar visitas innecesarias a amigos, familiares y vecinos, muchas veces ellos mismos vulnerables por ser personas de la tercera edad o padecer de otras enfermedades que, en caso de contraer la COVID-19, pondrían en mayor riesgo sus vidas, dadas las complicaciones que el coronavirus ha demostrado tener, con una alta letalidad que no puede ignorarse.
Los mayores son responsables, asimismo, de proteger a los pequeños, inculcándoles las medidas higiénico-sanitarias recomendadas y el uso obligatorio del nasobuco, además de la prohibición de efectuar fiestas familiares o dirigirse a las zonas de playa.
Con estas y otras medidas imprescindibles en nuestra cotidianidad, contribuiremos a minimizar los daños de este enemigo que nuevamente se ha colado en predios trinitarios y cuyos efectos esperamos no repercutan en la vida humana, lo más preciado para nosotros. #FuerzaTrinidad, que #viviremos y #venceremos.