Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Las cintas que limitaron el paso, pero también resguardaron la vida fueron retiradas de tres de las zonas con restricción de movimiento en el municipio de Trinidad, tras cumplir el tiempo que establece el protocolo –poco más de dos semanas- y certificarse el cierre del control de foco al no diagnosticarse nuevos pacientes en la comunidad. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX) (X) (X) (XI)
Con la distancia que dicta la prudencia, vecinos de las calles Pedro Zerquera, entre Simón Bolívar y Fidel Claro; Antonio Guiteras, entre Anselmo Rodríguez y Línea, ambas en el consejo popular Centro, además de la comunidad La Media Legua, perteneciente a Casilda, agradecieron el desvelo de las personas que sirvieron como mensajeros para que no faltara el pan o la leche del niño y la embarazada, el medicamento para el abuelo hipertenso y hasta la atención estomatológica, porque hay dolores que no esperan el fin de una cuarentena.
Del otro lado de la cinta, Silvia Arrechea escucha con atención las recomendaciones de las autoridades sanitarias para mantener las medidas, aún después de levantarse la restricción, y el llamado reiterado a la disciplina y el autocuidado, esenciales en el propósito de acortar el camino de esta urbe hacia la nueva normalidad.
“Es importante reconocer el apoyo de los trabajadores sociales, quienes estuvieron pendientes a nuestras necesidades, a los compañeros del Ministerio del Interior y la personal de la salud que en todos estos días se mantuvieron al tanto de cualquier síntoma; entre todos nos hicieron entender la necesidad de permanecer dentro de la casa y fíjese que es el criterio de todos los vecinos.”
Y mientras respira con alivio, confiesa la zozobra que vivieron en la cuadra: “estuvimos muy pendientes y preocupados por los enfermos y los que debieron estar en aislamiento; lloramos de alegría cuando regresaron a sus casas sin ninguna complicación. Esta experiencia ha contribuido a estrechar los lazos de amistad y de solidaridad entre todos los vecinos porque somos una gran familia.”
Con la presencia de Denis Díaz Peláez, presidente del Consejo de Defensa Municipal y de Tania Gutiérrez Fontanills, vicepresidenta de ese órgano, además de otros miembros, se entregaron reconocimientos a los trabajadores, sociales, combatientes del MININT y representantes de las organizaciones de masas en la base, quienes acompañaron a los vecinos de estas áreas en los días difíciles de aislamiento.
Esta medida de restricción de movimiento, imprescindible para contener la transmisión del virus SARS-CoV-2 en el sureño territorio, con 48 pacientes positivos en la etapa de rebrote, se mantiene en otras áreas de la localidad: los edificios 1 de las FAR, entre Frank País y calle B; el 16 y el 1R, todos en el consejo popular Armando Mestre y solamente en el paso de escalera donde residen los nuevos confirmados; la calle Ernesto Valdez Muñoz (Media Luna), entre José Mendoza, hasta la casa del paciente positivo y parte de la comunidad de Manaca Iznaga.