Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Osmari Salabarría, Yelianna Alcántara y Yusnavis Garrido están por iniciar el sexto año de la carrera de medicina; pero en épocas tan distantes, en circunstancias tan distintas cultivan la misma pasión por las causas justas que Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos, los héroes que hermana octubre. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX) (X) (XI)
Ellas –como cualquier joven cubano- conocen la profunda vocación revolucionaria de los dos guerrilleros que desafiaron la muerte en más de un combate en la Sierra Maestra y luego en la invasión necesaria hacia el occidente de la isla; por ello no dudaron cuando desde la Universidad de Ciencias Médicas llegó la convocatoria.
“Nos presentamos de inmediato al Hospital General de Trinidad Tomás Carrera Galiano con la tarea de apoyar los servicios básicos en la institución -cuenta Osmari Salabarría-; en estos momentos nos encontramos en el área de cirugía en el horario de la mañana, porque en las tardes solo se queda el personal imprescindible, pero nuestra contribución es importante”.
Estas tres muchachas coindicen en que la participación de los jóvenes en general y especialmente del sector de la salud en la batalla contra la COVID-19 resulta una experiencia vital y la confirmación de que la nobleza y el coraje anidan también en los corazones más nuevos.
“Aunque sentimos temor- confiesa Osmari- dimos el paso al frente porque somos el ejemplo; estamos haciendo nuestra la frase de que “si se puede”. Nosotros nos protegemos muy bien y por eso no existe posibilidad de contagiarnos si se cumplen todas las medidas de bioseguridad.”
Es el mismo arrojo, aunque en épocas distintas. El Che, símbolo y ser humano, médico y guerrillero. Camilo, compañero de cien batallas, luchador abnegado y hombre de pueblo. Y esas jovencitas de bata blanca, creciendo más allá de sus miedos para salvar y dar esperanza.
“La primera misión fue la de realizar la pesquisa –comenta Yelianna Alcántara-, todos los estudiantes de medicina apoyamos esta herramienta muy necesaria para diagnosticar síntomas en la población; pero también vivimos experiencias muy bonitas, por ejemplo, cuando algún anciano necesitaba nuestro apoyo emocional y hasta algún consejo profesional. Creo que nos ganamos el respeto del pueblo.”
Yusnavis Garrido también agradece el cariño de las personas que a veces ni conoce, pero le insisten “cuídese doctora”; ella sabe que el virus SARS-CoV-2 es peligroso y siempre está en acecho; sabe además que debe protegerse por ella, por su familia y también por los pacientes.
“Estudiar una especialidad de la salud en estos momentos es una dicha, porque nos estamos preparando en circunstancias que muchos otros no tuvieron y me siento muy orgullosa de haber elegido esta profesión porque siento que soy útil y puedo ayudar a vencer esta pandemia.”
Así son nuestros jóvenes, alegres, a veces irreverentes, pero siempre comprometidos con su tiempo, fieles al legado de dos hombres inolvidables: Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos.