Por: Rafael Novoa Pupo
Como parte del plan elaborado para la conquista del resto de Cuba, Diego Velázquez partió el 4 de octubre de 1513 desde su cuartel general de Baracoa por mar, hasta la zona del actual Banes donde permaneció cuatro o cinco días, y después marchó por tierra rumbo al suroeste y llegó a las orillas del río Yara, donde ya había un cacicazgo con el nombre de Bayamo.
Ya desde 1512, coexistían de forma permanente en la zona de las provincias indígenas de Bayamo y de Guacanayabo, la población aborigen y la española. Había caminos, y estaba el río Cauto con sus afluentes, que eran navegables, y con salida al mar.
Allí fundó Diego Velázquez el 5 de noviembre de 1513 la villa de San Salvador de Bayamo a orillas del río Yara, dándole ese nombre porque allí se salvaron de Yahatuey” (Hatuey). Luego el 18 de diciembre de ese año, Velázquez se hizo a la mar rumbo al oeste, para continuar la invasión, y conquista de la Isla
La Villa San Salvador de Bayamo al parecer no fue fundada en su lugar actual. Algunos historiadores han estimado que fue en la zona de Yara, pero apoyándose en documentos de la época y en excavaciones arqueológicas, especialistas han planteado que no fue allí, sino en algún sitio más cercano a la costa, y a la actual ciudad de Manzanillo, y que luego la Villa se trasladó hasta la posición actual para evadir las plagas de mosquitos, y para garantizar mejores tierras y abundante agua.
Por tanto, el lugar exacto del sitio inicial de fundación aún se discute, aunque es muy posible que desde el inicio hubiera asentamientos poblacionales en esos dos lugares.
La Villa llegó a ser centro del poder político de la isla, y radicaron allí las fundiciones de oro y punto de abastecimiento de vital importancia para garantizar la conquista de la tierra firme.
Francisco Iznaga, tercer rico propietario de origen vasco asentado en la región oriental de Cuba durante los primeros decenios de la colonización de la isla, fue elegido regidor de la villa de Bayamo en 1540. Debido a las condiciones de navegación que permitía el Río Bayamo, la Villa floreció rápidamente, a la par de Santiago de Cuba, por aquel entonces capital de la colonia.
En el siglo XIX los cubanos se organizaron en logias masónicas para poder conspirar contra el gobierno español sin levantar sospechas, y Bayamo pasó a ser un sitio fundamental dentro del pensamiento independentista cubano.
Al comenzar el desarrollo del movimiento que el 10 de octubre de 1868 comenzó en La Demajagua, Bayamo pasó a ser la primera capital de la República en Armas, y allí se cantó por primera vez el Himno Nacional de Cuba, el 20 de octubre de ese año.
Carlos Manuel de Céspedes, padre de la patria cubana, presentó entonces la bandera de la República en Armas, y que hoy también preside, junto al Escudo Nacional, y la Bandera de la Estrella Solitaria, las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
El 12 de enero de 1869, sus habitantes prefirieron quemar la ciudad antes que entregarla al ejército colonial español, hecho trascendental de la historia de Cuba. En las posteriores etapas de lucha por la liberación nacional, los bayameses siguieron integrándose y destacándose, dentro del Ejército Libertador. (Con información de periódico La Demajagua y Ecured).