Día de la Cultura Física y el Deporte: Fidel Castro, el deportista mayor

Por: Joaquín Gómez Serra

El deporte es salud, y este 19 de noviembre, cuando  festejamos de forma atípica el Día de la Cultura Física y el Deporte, los amantes del músculo y la actividad física disfrutan la obra auténtica del proceso revolucionario iniciado el 1º de enero de 1959 y en el cual la principal arma o estandarte ha sido el ser humano como portador de valores y no como una máquina de hacer medallas.

Vivimos momentos en que no es reiterativo saber lo que tenemos y valemos como nación para defenderlo con responsabilidad y unidad. Vivimos en medio de una pandemia, y para todos los cubanos nos queda bien claro: Fidel tenía razón.

En las palabras finales de Fidel en la primera plenaria de los Consejos Voluntarios Deportivos en 1961, celebrada en el Coliseo de la Ciudad Deportiva, el líder de la Revolución decía entonces: “… el país necesita de la educación física y necesita del deporte. La Revolución no podía desentenderse de esa preocupación. Si la Revolución se desentendiera de esa preocupación, estaría descuidando un punto fundamental, que hará posible, en el futuro, una ciudadanía más saludable y mejor, como aspiramos a tener”.

59 años más tarde de aquellas palabras, nuestra Isla celebra la felicidad de haber combinado de manera acertada el deporte en dos aristas fundamentales esbozadas por Fidel aquella tarde: como prevención de salud y como transformador del pensamiento, pues nuestros deportistas son hoy licenciados, másters y hasta doctores en Ciencias.

Vivimos meses de pandemia donde el deporte ha puesto bien en alto el nombre de sus hijos, de esos aguerridos hombres y mujeres, que ataviados de short y camisetas, dejaron atrás el mono deportivo para vestirse de verde, y en los centros de aislamiento, dejar bien claro, que nacieron en esta Isla de Valientes….

Vivimos días de valientes, de batas blancas y verdes, de desprendimiento y solidaridad. Vivimos horas en que la medicina cobra fuerza de tornado y vuelve a ser cantada por poetas y aplaudida por un pueblo entero.

La obra de la Revolución en el deporte encuentra cada 19 de noviembre más capacidad de soñar. Ejemplos sobran. Verlos competir y verlos triunfar era una de las mayores satisfacciones de Fidel. Pasarán generaciones de atletas, cientos de medallas brillarán en nuevos pechos, y seguirán siendo en buena medida, obra del hombre que soñó e hizo realidad de que el deporte en Cuba fuera derecho del pueblo.

El talento profesional de quienes sostienen en Cuba el deporte y la Cultura Física se multiplica en función del desarrollo colectivo y se comparte solidariamente con otros pueblos hermanos. Venezuela, Nicaragua, México y decenas de naciones de América deben parte de sus resultados internacionales en el deporte a nuestros técnicos, al igual que muchos países africanos y asiáticos.

El Día de la Cultura Física parecerá siempre pequeño para tanta obra inteligente. Pobres de quienes solo festejen por horas la emoción de muchos años y los sueños hechos realidad con creces desde que Fidel cumpliera su profética idea: “vamos a llevar el deporte tan lejos como sea posible”.