Trabajo voluntario en Trinidad por las huellas del Che

Trinidad de Cuba, dos días de movilizaciones agrícolas para incrementar la producción de alimentos y resarcir daños de la Tormenta Tropical Eta, todo ello como homaneja al Che Guevara. Foto tomada del perfil en Facebook de William Rodríguez Turiño.

Por: Alipio Martínez Romero

Interiorizar el pensamiento creador del comandante Ernesto Guevara de la Serna, y honrar su eterna memoria, es el propósito de la movilización agrícola que con la fuerza de su ejemplo se realizará con el objetivo del beneficio social hoy sábado 21 y mañana 22 de noviembre  en Trinidad. CUBA ANTE LA COVID-19 (I) (II) (III) (IV) (V) (VI) (VII) (VIII) (IX) (X) (XI) (XII)

En la etapa recuperativa de la fase dos en la lucha contra la COVID-19, con la adopción de las medidas higiénico-sanitarias, se pretenden plantar entre el sábado y domingo 19 hectáreas de yuca en los polos productivos de Paso Real y en la Cooperativa de Producción Agropecuaria 13 de marzo.

Trinidad evoca la figura del Che Guevara y su iniciativa de los trabajos voluntarios en Cuba con movilizaciones hacia la agricultura. Composición: Radio Guantánamo.

Para contribuir a resarcir los perjuicios de las fuertes lluvias de la tormenta tropical Eta, el domingo las prácticas continuadoras de la huella de nuestro querido Che también se concentrarán en Paso Real y Cayama, en tareas dirigidas a recuperar cultivos de plátano afectados por el referido sistema meteorológico.

Asimismo, el séptimo día que inicia la nueva semana el ejercicio, cuyo factor esencial pone la mirada en el desarrollo de la conciencia ciudadana con el ejemplo del Guerrillero Heroico, los participantes se trasladarán a la propia zona de Paso Real, para sembrar tres hectáreas de boniato, mientras que el esfuerzo de las mujeres se escenificará en el organopónico de Jicabú en la comunidad sureña FNTA.

El 22 de noviembre de 1959, convocado por Ernesto Che Guevara, se efectuó el primer trabajo voluntario en Cuba, en la histórica Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, en el municipio granmense de Bartolomé Masó, al cual comparecieron una cifra superior a las 2 mil personas de distintos sectores para aportar su granito de arena a la primera obra educacional edificada por la naciente revolución cubana, con capacidad para 20 000 niños de las zonas montañosas de la Sierra Maestra.