29 de enero de 1895, Martí firma orden de alzamiento

Por: Rafael Novoa Pupo

El 29 de enero de 1895, se redactó en Nueva York el decreto del alzamiento en toda la isla de Cuba. El documento tuvo tres firmas: a de José Martí, como delegado del Partido Revolucionario Cubano; la del general Mayía Rodríguez, como representante personal del general Máximo Gómez, General en jefe; y la del comandante Enrique Collazo, enviado por la Junta Revolucionaria de La Habana.

La orden especificaba que el alzamiento se haría con la mayor simultaneidad. Si se iniciaba en una región sin el respaldo efectivo del resto de la Isla, se corría el riesgo de que la revolución fracasase, y lo que aún sería peor, quedarían anuladas las energías de los revolucionarios por muchos años. De ahí que el alzamiento fuera general, y no provincial o regional.

El 7 de febrero, Juan Gualberto Gómez envía a Martí un cablegrama con la clave «giros aceptados». Esto significaba el acuerdo final para la guerra. La Junta de La Habana se reunió, y acordaron que fuera el 24 de febrero, domingo festivo, y lo comunicaron a Martí y a los jefes militares locales por cable y clave.

A la vez, envía comisiones para confirmar como fecha de alzamiento el 24 de febrero. El comisionado Pedro Betancourt Dávalos va a Las Villas, donde el Coronel Francisco Carrillo acepta; el comisionado Juan Tranquilino Latapier va a Oriente a asegurar la participación del Mayor General Guillermo Moncada y el coronel Bartolomé Masó.

En Pinar del Río no se producen alzamientos, en La Habana los jefes son capturados. En Las Villas, el jefe también es apresado, mientras que los líderes camagüeyanos se retiran de la conspiración y solo se alza otro jefe, más adelante.

Probablemente la zona que sufrió pérdidas más dramáticas el día del alzamiento fue Matanzas, pues varios de sus jefes fueron traicionados y muertos ese mismo día; ya sea asesinados, como Manuel García Ponce, o en el intento por sublevarse, tal fue el caso de Antonio Curbelo; mientras que los otros fueron apresados o fusilados por los españoles.

Sin embargo, aunque en Occidente y Centro no funcionó el plan a cabalidad, en Oriente el alzamiento fue exitoso. El 22 de febrero Guillermón Moncada recibe la orden por telegrama y da aviso a los otros jefes del territorio. Parte de Santiago de Cuba, con dirección a Alto Songo, donde finalmente se unió a la lucha. Alfonso Goulet se alzó en El Cobre y Victoriano Garzón en El Caney. También se unen a la guerra Ti Arriba, Palma Soriano y Mayarí.

Martí junto a Fermín Valdés Domínguez y Panchito Gómez Toro en los días más intensos de los preparativos para la Guerra Necesaria.

Ese mismo día abre la lucha en lo que hoy es Guantánamo, Granma y Holguín. El día 25, todas estas fuerzas alzadas se reúnen en Baire. En asamblea de jefes y oficiales nombran cargos provisionales y se organiza la zona.

Luego se lanzan las proclamas correspondientes, y prácticamente de inmediato, comienzan las acciones militares de una guerra muy necesaria, mucho mejor pensada, y con muchas más probabilidades de ser vencida. (Con información de Ecured y Periódico Sierra Maestra).

El general Francisco Carrillo, al centro, prefirió esperar la llegada de Máximo Gómez a Cuba Foto Cortesía de Luis Machado Ordext.