Las pasarelas sobre la arena se convierten en paisaje familiar para quienes visitan Cayo Guillermo, acción que evita daños a las dunas de unos 15 metros sobre el nivel del mar del llamado «Cayo de Hemingway»
La Tarea Vida, Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático, aprobado por el Consejo de Ministros en abril de 2017, despliega prioridades a favor del cuidado de las dunas costeras y las playas, dos de las riquezas naturales que más disfrutan los visitantes cubanos y extranjeros en ese destino turístico.
Dado los beneficios que prestan las dunas en el resguardo de los islotes, especialistas y trabajadores mantienen el control del área para facilitar la regeneración natural, al tiempo que acometen acciones de reforestación con plantas nativas costeras, salvia de costas, incienso, boniato de playa y mate, entre otras.
Las pasarelas sobre la arena se convierten en paisaje familiar para quienes visitan Cayo Guillermo, acción que evita daños a las dunas de unos 15 metros sobre el nivel del mar del llamado «Cayo de Hemingway», donde el Nobel de Literatura estadounidense escribió una parte de su novela Islas en el Golfo, en cuyo texto se refiere en varias ocasiones a la blancura de las arenas y a las cristalinas aguas de sus alrededores.
Hasta ahora recibieron los beneficios del vertimiento de arena, los balnearios de Cayo Guillermo y Coco, y se pretende comenzar en Cayo Paredón Grande, como parte del programa nacional dirigido a la recuperación de playas arenosas, afirmó Rafael Pérez Carmenate, delegado territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), en Ciego de Ávila.
En una de las primeras reuniones preparatorias para el vertimiento de arena en Paredón Grande, el ingeniero Miguel Izquierdo Álvarez, de la División de Ingeniería Costera, de la Empresa de Inversiones Gamma S.A. del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, refirió que el vertimiento contribuye, además, a proporcionar a las playas condiciones morfológicas, estéticas y funcionales, acordes con las exigencias de la actividad turística.
Para ello se prevé, la reconstrucción y revegetación de las dunas erosionadas por el huracán Irma, así como el establecimiento de áreas de exposición solar, que soporten la presión urbanística que presupone el desarrollo turístico que se concibe para cayo Paredón Grande, donde cobra auge el movimiento constructivo.
Los anteriores vertimientos de arena, ejecutados en cuatro playas de Jardines del Rey, mostraron su probada efectividad tras el paso del huracán Irma, con mayores índices de afectaciones en los balnearios que no fueron sometidos a los vertimientos, la mejor opción para contrarrestar el déficit de los ingresos naturales de arena, controlar los procesos erosivos, restaurar la función protectora y los valores estéticos de la zona costera, según estiman los especialistas.
El pasado 2019, el frente costero del hotel Iberostar Playa Pilar se convirtió en el primero en el destino Jardines del Rey en recibir la certificación de Playa Ambiental, que otorga el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).