Por: José Rafael Gómez Reguera
Desde este domingo 14 de marzo a las 00:00 horas, en toda Cuba rige el horario de verano,. Los relojes se adelantaron una hora en una práctica anual que se aplica en numerosos países, en pos del ahorro de electricidad y la mayor utilización de la luz solar.
Especialistas de la Unión Eléctrica han explicado que este cambio horario tiene una alta incidencia en el ahorro energético por la disminución del consumo de electricidad y la reducción significativa de la máxima demanda de la hora pico, al no coincidir en gran medida la cocción de alimentos con la iluminación.
El horario de verano es la hora legal que los estados establecen durante el verano para la intención de ahorrar energía. Resulta de incrementar en una hora el horario usado el resto del año. Con este cambio, tanto el amanecer como el mediodía solar y el ocaso suceden a una hora (legal) más tardía. El cambio suele realizarse durante la madrugada en algún día de la primavera indicado por la administración. En otoño, el cambio se revierte y la hora legal se acerca a la hora solar.
De acuerdo con Wikipedia, cuando fue planteada, el objetivo de esta medida era reducir el tiempo entre el ocaso y el momento en la que la mayoría de la población se va a dormir; suponiendo que este último se ajusta a la hora legal. Esta reducción del tiempo de actividades nocturnas debería implicar una reducción de consumo de energía destinada a iluminación.
Este ahorro es posible solo en el verano de las zonas templadas, en el que los días son más largos y es posible iniciar las actividades humanas con luz diurna a pesar del cambio de hora legal.
Los beneficios derivados de acostarse y levantarse con el sol fueron defendidos por Benjamin Franklin en 1784. El cambio de hora legal durante el verano fue propuesto y defendido por William Willett entre 1907 y 1914. Este se empleó ampliamente por primera vez durante la Primera Guerra Mundial, para ahorrar carbón.
El cambio de horario en verano es utilizado en América del Norte (al menos en la mayoría de los estados de los países que la integran), Europa (a excepción de Rusia), Chile, Paraguay, Cuba, Las Bahamas, Haití y algunos países de Oceanía. En el resto del mundo, la mayoría de los países no lo usan.
El cambio de hora legal en verano tiene ventajas que exceden el ahorro energético y desventajas; defensores y detractores.
El añadir tiempo de luz diurna a las tardes beneficia al comercio, a la práctica deportiva y otras actividades a las que favorece la presencia de luz tras la jornada laboral. El incremento vespertino de luz puede ayudar a disminuir los accidentes de tráfico, pero sus efectos sobre la salud y la incidencia del crimen están menos claros.
Se dice que mediante el horario de verano se ahorra energía eléctrica al reducirse la necesidad de iluminación artificial, aunque algunos dudan de la total veracidad de estas propuestas, dado que el horario de verano puede estimular la aparición de picos de demanda, lo que incrementa los costos.
Por otra parte, los cambios de horario dificultan la percepción del tiempo y pueden causar problemas de sueño a las personas, así como trastocar reuniones, viajes, facturación de equipaje, el mantenimiento de registros, dispositivos médicos y el uso de maquinaria pesada.
Muchos sistemas dirigidos por computadoras son capaces de ajustar sus relojes automáticamente, pero se llegan a producir errores, sobre todo cuando las reglas del horario de verano cambian.