Ante el peligro de la COVID-19, fronteras cerradas

Los puntos de control en las fronteras actúan como una barrera al contagio con la COVID, siempre que funcionen con eficiencia y con todos los medios para ello. Fotos: Oscar Alfonoso

Por: Oscar Alfonso Sosa

Nada más anclar en uno de los putos fronterizos de la ciudad de Sancti Spíritus con el resto de los territorios de la provincia, una reflexión similar ronda en quienes ataviados con sus batas blancas, uniformes azul de la policía o verde de los inspectores, imponen allí orden y disciplina: esto debió haber llegado antes.

No es un cuestionamiento. Es el sencillo argumento de quienes desafiando el sol y otros tantos contratiempos tratan de, con su trabajo, ponerle un tranque al callejón que la COVID-19 ha abierto en la geografía provincial, con elevadas tasas de incidencia y un alto grado de infestación comunitaria, con un por ciento nada despreciable de casos positivos o contactos de ellos en los que se desconoce la fuente de infección.

En los puntos fronterizos nadie pasa sin ser pesquisado por el personal de salud.

Vale el cierre de la frontera. Pero la batalla por cerrar todo lo demás, entiéndase indisciplinas, aglomeraciones, uso indebido de nasobuco, itinerante percepción de riesgos, entre otras actitudes que solo favorecen la expansión de la COVID 19, tiene combates inconclusos.

Cerrar las fronteras, pero bien cerradas, es vital y por ello allí la máxima exigencia, sin que importen tipos de matrículas, rótulos o argumentos de viajes innecesarios, sin razones claras.

Nadie puede circular sin el permiso o la carta de autorización.

A estas alturas, que un vehículo procedente del oriente del país haya llegado hasta predios de la ciudad espirituana, con la explicación de venir a comprar en la tienda para partes y piezas de vehículos y motos, sin cartas de autorización, porque la razón no la amerita, es un hecho reprochable.

Por suerte, en la frontera se cumplió lo establecido y el auto retornó a su destino.

Todo el que viaje de un municipio a otro tiene que llevar consigo la carta que avale ese movimiento.

Es un ejemplo, pero ojo. Con toda la información, todo el esclarecimiento sobre las medidas de limitación de movimiento de un lugar a otro, hay quienes quieren jugar a la liebre y pasar la línea.

Por suerte, en esos puntos fronterizos, el personal de salud allí presente cuenta con todos los medios para realizar con eficiencia el pesquisaje, sobre todo, el termómetro para tomar temperaturas.

Y la realidad que cubre hoy a la provincia con la pandemia precisa poner tranques fuertes y duraderos.

Cerrar fronteras es una medida válida.

(Tomado de Radio Sancti Spíritus).