El grupo de universitarios constituirá la avanzada de los 30 000 santiagueros que en 14 áreas de salud, previamente acondicionadas como vacunatorios, recibirán en los días próximos la tres dosis del fármaco
Nunca antes un pinchazo fue tan anhelado por los brazos de jóvenes como Margarita, Betsy, Mariano Arturo. Durante un año han combatido la mortal pandemia que azota el mundo, la han visto de cerca en las pesquisas, las zonas rojas, los centros de aislamiento, la ayuda a los vulnerables.
Justo por eso, como el mejor de los simbolismos, fueron jóvenes los primeros 250 voluntarios vacunados en tierra santiaguera como parte de la tercera fase de ensayos clínicos del candidato vacunal CIGB-66 (Abdala), decisivo paso hacia el sueño de la inmunización que se inició este 22 de marzo en las tres provincias del extremo suroriental cubano: Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba.
Confiados, por saber que viven en un país con una industria biotecnológica potente, donde la ciencia pone sus saberes a favor del bienestar humano, estudiantes de la Universidad Médica y la Universidad de Oriente sumaron sus brazos al empeño de validar la eficacia del nuevo producto, uno de los cinco candidatos anti-COVID-19 desarrollados en Cuba y el segundo que inicia la tercera fase de ensayos.
El grupo de universitarios constituirá la avanzada de los 30 000 santiagueros que en 14 áreas de salud, previamente acondicionadas como vacunatorios, recibirán en los días próximos la tres dosis del fármaco.
Según información aportada a la prensa por la doctora María del Carmen Ricardo, responsable del proyecto, 48 000 voluntarios de las tres provincias del este cubano tomarán parte en la nueva fase del ensayo clínico: 6 000 bayameses y 12 000 guantanameros completan la cifra. Desde las 8:00 a.m. hasta las 6.00 p.m. la población seleccionada acudirá a 46 vacunatorios acondicionados en las tres provincias.
En tierra santiaguera la nueva fase inició con un sencillo acto en el que tomaron parte las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia. Como destacó la doctora Ricardo, 550 médicos, enfermeros, laboratoristas, farmacéuticos, y otros profesionales de la salud, en su mayoría jóvenes, tienen a su cargo la misión de garantizar con rigor el cumplimiento de las buenas prácticas.
En las dos fases anteriores, desarrolladas en el hospital Saturnino Lora, de Santiago de Cuba, el candidato vacunal Abdala, fruto del esfuerzo investigativo del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, demostró su seguridad, con escasas reacciones adversas, solo leves eventos asociados al sitio de la inyección. (Tomado de Juventud Rebelde).