Por: Ana Martha Panadés Rodríguez
Los servicios postales en Cuba asumen desafíos constantes en medio de la Tarea Ordenamiento. Más ingresos, eficiencia y mayor satisfacción de los clientes signan el quehacer de los trabajadores de Correos en el municipio espirituano de Trinidad, quienes dignifican este servicio público, el segundo más antiguo de la isla
Rigoberto Molina Crespo, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Correos de Cuba en Trinidad, destaca entre las fortalezas el sentido de pertenencia del colectivo, lo que ha permitido consolidar el desempeño de los trabajadores, especialmente los carteros, responsables del cobro de las facturas de electricidad y teléfono a domicilio y sin costo alguno.
La nueva facilidad ha tenido un impacto positivo entre la población, pues anteriormente se cobraban 2 pesos por el servicio de mensajería; el reto ahora es lograr la mayor seriedad y confiablidad en esta tarea que contribuye además al aislamiento de las personas, imprescindible en medio de la amenaza de la pandemia.
Molina Crespo reconoció que aún existen insatisfacciones en cuanto a la calidad de los servicios; por ello entre los desafíos de la entidad en medio de los cambios económicos resalta la urgencia de ser más profesionales, “tanto para satisfacer las expectativas de los clientes, como para generar mayores niveles de ingreso en función de cubrir los gastos, que son muy elevados, por ejemplo en salario mejoramos considerablemente, pero también debemos lograr eficiencia en el resto de las partidas”, agregó.
A los servicios tradicionales de pago de la seguridad social, de asistencia social, entrega de la prensa, giros y bultos postales, cobro de corriente eléctrica y de teléfono a domicilio, se suman otros más novedosos relacionados con las nuevas tecnologías como la venta de productos en tiendas virtuales, entre ellos postales, afiches y otros artículos.
La UEB Correos de Cuba en Trinidad tiene sucursales en Caracusey, con dos unidades en las comunidades de San Pedro y FNTA; Condado, también con dos, Meyer y Manaca Iznaga; Casilda y Topes de Collantes, además de un ventanillo en la zona de Armando Mestre, y dos puntos de venta en la propia sede de Correos y otro en áreas del parque Céspedes. Un total de 19 carteros en este territorio mantienen sus rutinas de trabajos enfocadas en atender, en el propio barrio, parte de las necesidades de los clientes trinitarios.