Cuba: Aniversario 126 del desembarco de Antonio Maceo por Duaba

Escenificación del desembarco de Maceo por Duaba. Foto: archivo.

Por: Rafael Novoa Pupo

El espionaje español, con la colaboración de las autoridades estadounidenses, parecía que había frustrado definitivamente los planes independentistas, cuando a inicios de enero de 1895 ocuparon las armas y los barcos con que José Martí se disponía desde el puerto de La Fernandina en la Florida, a enviar una gran expedición de centenares de patriotas armados encabezados por el mismo, el Titán de Bronce y Máximo Gómez.

No obstante, aquel fracaso sirvió de acicate para que se iniciara la Guerra Necesaria. Las llegadas a la Isla de los principales jefes revolucionarios resultaron angustiosas odiseas, principalmente el arribo del general Antonio Maceo, el primero de abril de 1895.

Ya el 24 de febrero de 1895, se había iniciado la guerra, tras años de dura y paciente labor de José Martí, quien supo unir voluntades, superar las divisiones internas en las filas patrióticas y, fundar el Partido Revolucionario Cubano que hizo posible la contienda con levantamientos simultáneos en más de 35 localidades de toda la Isla. Eso ocurrió a pesar de que los máximos dirigentes políticos y militares se encontraban en el extranjero, bajo una fuerte vigilancia.

Cuando finalizaba el mes de marzo y el Apóstol comprendió que podía ponerse en peligro la consolidación de la Guerra Necesaria sin su presencia, la de Maceo y Gómez en el campo de batalla, envió una carta a Costa Rica al Titán de Bronce, quien aceptó venir a Cuba en una pequeña expedición organizada por el general Flor Crombet, a pesar de las diferencias personales que tenía con ese jefe mambí.

En la madrugada del primero de abril de 1895, después de siete días de azarosa navegación, llegaban a Cuba por Playa Duaba en Baracoa, el general Antonio Maceo, su hermano José, Flor Crombet, y una veintena de patriotas más.

La misión de este desembarco protagonizado por el Titán de Bronce y sus hombres, era cumplir con el compromiso juramentado 18 años atrás en Mangos de Baraguá, de luchar hasta que la Patria fuera definitivamente libre e independiente.

Desde el 24 de febrero de 1895 la bochornosa tregua impuesta por el Pacto del Zanjón había sido rota, con el reinicio de la guerra necesaria, pero las acciones demandaban del empuje del machete y el coraje del Titán, para encender la manigua de un extremo a otro de la isla.

Ese propio día, el primero de abril a tan solo unas horas del arribo, el general Antonio y su pequeño grupo de patriotas, se enfrentaban a una columna española que les perseguía derrotándole, y haciéndole huir despavorida, al escuchar el grito de: ¡Aquí está Maceo! ¡Viva Cuba Libre!

A pesar de los esfuerzos de España por impedir el regreso de Antonio Maceo a la isla, la noticia de su llegada se regó como pólvora y llegó hasta su propia península, donde el diario “El Imparcial” anunció la misma.

Para que se tenga una idea de lo que ese hecho representó para los españoles, basta solo señalar que el 3 de abril de 1895 se dirigieron hacia la isla el general Martínez Campos y otros oficiales, y tras de ellos 20 mil hombres más, con los que pensaba aplastar la insurrección.

Martínez Campos conocía bien a Maceo y su intransigencia, hecha patente en Baraguá en marzo de 1878, y sabía además que, con el Titán en la isla, la guerra adquiriría otro carácter.

Los días que precedieron al desembarco en Duaba no fueron fáciles para el general Antonio y sus hombres. Durante varias jornadas fueron perseguidos con saña por columnas españolas, hasta que el 20 de abril hizo contactos con tropas cubanas en la jurisdicción de Mayarí Arriba, cerca de Santiago de Cuba.

A partir de ese momento, y como lo presentía Martínez Campos, la guerra en Cuba tomó otro cauce, y pronto el machete titán se hizo sentir en toda la comarca, para enardecer los corazones de los cubanos, y llenar de gloria a la Patria en su camino hacia la independencia.

Posteriormente, el 11 de abril desembarcaron por Playitas de Cajobabo en la región guantanamera, Martí y Gómez, con lo cual a Guerra Necesaria se consolidó al tener al frente de las huestes mambisas, a sus máximos líderes. (Con información de Televisión Santiago y Periódico Adelante).