Memorias de la conspiración de 1851 en Trinidad

Isidoro Armenteros Muñoz, dirigente del alzamiento. Imagen: Ecured.
Isidoro Armenteros Muñoz, dirigente del alzamiento. Imagen: Ecured.

El 18 de agosto de 1848, fueron fusilados en Trinidad los patriotas Isidoro Armenteros, Fernando Hernández Echerri y Rafael Arcís Bravo, iniciadores del levantamiento armado con objetivos separatistas que aunque culminó en la rápida derrota de los insurrectos, mostró el camino a seguir: Independencia o muerte

Por: Alipio Martínez Romero

Desde muy temprano en predios sureños y en toda la isla se forjaron los sentimientos de rebeldía para alcanzar la verdadera libertad en la lucha contra el colonialismo español como el fallido levantamiento esclavo del 26 de julio de 1798 en Trinidad.

Del sentir patriótico es el primer pasquín político conocido en Cuba fijado en 1822 en la otrora Plaza del Mercado contigua a la de Carrillo en la villa, con presuntas faltas ortográficas, el cual reclamaba la independencia por la razón o la fuerza.

Los trinitarios se alistan en los movimientos los Soles y Rayos de Bolívar, o de la Mina de la Rosa Cubana en 1848, alentada por el venezolano Narciso López de Oriola, diseñador de una bandera para identificar a Trinidad, devenida patrón para la enseña nacional.

Uno de esos símbolos libertarios se gestó en 1851, organizado con unos setenta hombres por el acaudalado Isidoro Armenteros, el intelectual y poeta Fernando Hernández Echerri y el capataz de la finca Palmarito, Rafael Arcís Bravo, quienes en dos declaraciones, una a los cubanos y otra al régimen español, concluyen con el grito de guerra Independencia o muerte.

Aunque frustrada esta conjura y resultar fusilados sus principales dirigentes el 18 de agosto de ese año en el sitio nombrado Mano del Negro, en la memoria histórica de la patria se inscribe como un estallido revolucionario que iluminó el camino para mantener el espíritu liberador e independentista de la patria.

Al proliferar los ideales de identidad nacional, numerosos patriotas integran el Ejército Libertador y luego en la República mediatizada se unen a las acciones clandestinas contra la dictadura batistiana y en la gesta verde olivo y de laurel en las montañas insurrectas como en la Sierra Maestra donde combatía el Ejército Rebelde con su invicto y eterno Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, mambí seguidor de las doctrinas de José Martí, el Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes y el Titán de Bronce Antonio Maceo Grajales.

Trinidad, liberada por fuerzas del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, al despertar el alba con la clarinada del glorioso diciembre de 1958, rinde tributo a los héroes y mártires en el diario cumplimiento del deber, presentes en su quehacer político-económico y social.