En la zona rural de Magua, del consejo popular Manaca-Iznaga, también toma cuerpo el trabajo comunitario integrado como estrategia para impulsar tareas de primer orden como el combate contra la COVID-19 y la producción de alimentos
Por: Alipio Martínez Romero
A promover la participación activa de todos los factores a través del Trabajo Comunitario Integrado dirigido a mejorar conforme a los recursos disponibles en la actualidad la imagen de la circunscripción 55 del vetusto caserío de Magua, en el consejo popular de Manaca Iznaga, indicó el intendente municipal de Trinidad Juan Francisco Rodríguez Arteaga.
Así lo manifestó en encuentro con los representantes de sus más de 300 lugareños y directivos de entidades, donde se adoptaron las medidas pertinentes de la lucha contra la COVID-19, momento en el cual se orientó cumplir con los protocolos establecidos para contrarrestar el contagio en la compleja emergencia sanitaria del territorio sureño.
Acorde con el Mapa Sociopolítico elaborado para mejorar la calidad de vida de quienes habitan ese asentamiento rural trinitario, en la cita se abordaron diferentes temas económico- sociales, incluidas las tareas de Ordenamiento Territorial y de la Soberanía Alimentaria.
El imprescindible acompañamiento de los asociados de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Alberto Delgado, lo acentuó al intervenir la presidenta del comité municipal de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), Yenima Pérez Cuba.
Poseen responsabilidades en el empeño gubernamental basado en el Programa Sancti Spíritus en Marcha, el sistema de la Agricultura, Educación, Servicios Comunales, Salud Pública, Transporte, las empresas de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), de la Unión Eléctrica, Comercio y Gastronomía, Acueducto y Alcantarillado, entre otras.
Asimismo Rodríguez Arteaga se interesó en las posibilidades de la comercialización de productos de alta demanda, los de la canasta básica familiar, además de distintos aspectos de prioridad con el propósito de contribuir a hacer más agradable la vida en ese sitio con nombre aborigen.
Esa localidad de la llamada Llanadas de Magua, existe desde 1769, está ubicada en el fértil Valle de San Luis o de los Ingenios, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en ella funcionó una de esas antiguas fábricas de elaborar azúcar de caña propiedad de la familia Iznaga y Borrel, junto a la casa vivienda y los barracones de esclavos, de cuyas construcciones solo existen sus ruinas.
Al triunfo de la Revolución cubana el 1º de enero de 1959, de nuevo proliferó el lugar con las plantaciones de la gramínea, materia prima del lamentablemente desaparecido central FNTA, motivo del cambio de objeto social de la zona , donde sus habitantes laboran hoy en la producción de frutas, plátano, maíz, yuca y otros cultivos, tanto en la CCS Alberto Delgado y en la granja de Flora y Fauna, también en trabajos por cuenta propia asociados al turismo en la ciudad distante a 8 kilómetros .