Luego del anuncio —el pasado 22 de agosto en la Mesa Redonda— por las autoridades cubanas del inicio al día siguiente de la venta de divisas del Estado a la población, era predecible en las actuales circunstancias que la oferta estaría por debajo de la demanda; sin embargo, se tornaba impostergable comenzar dichas operaciones
Como aseveró el vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, la medida constituye un paso más en la construcción gradual del mercado cambiario, que permite el canje legal de divisas en el territorio nacional y que brindará mayor capacidad de compra al peso cubano (CUP) en el futuro, junto a otras decisiones gubernamentales.
La entrada en vigor de la venta de monedas extranjeras autorizadas por el BCC aconteció 20 días desde el inicio de la compra de divisas en las sucursales bancarias y Casas de Cambio S. A. (Cadeca S. A.) designadas, a partir de la aplicación de un nuevo tipo de cambio oficial, fijado en 1dólar estadounidense (USD) por 120 CUP, el cual, si bien está económicamente fundamentado —en opinión de Gil Fernández—, generó controversia en parte de la población.
Era previsible que el tipo de cambio aprobado por el Estado dispararía el del mercado informal; donde en los últimos años se ha movido una cifra considerable de divisas, no captada por el sistema financiero nacional.
La tendencia gradual al alza reportada del 4 al 22 de agosto en el tipo de cambio en el mercado ilegal la vaticinaron los expertos del BCC y las autoridades; de ahí, la comprensión cabal que les asistía de reducir el período entre el comienzo de la compra de divisas por el Estado y la venta de estas a la ciudadanía.
Ahora bien, apenas la ministra presidente del BCC, Marta Sabina Wilson González, hizo público en la Mesa Redonda que la venta se ajustaría al tipo de cambio de 1 USD por 120 CUP no pocos espirituanos arquearon las cejas por un motivo: auguraban que este fuera más bajo.
Ante la inquietud, los especialistas argumentan que no resulta viable que el Estado las comercialice a un tipo de cambio inferior al de compra de las monedas extranjeras, por cuanto la fuente de las divisas para la venta posterior a la población es, precisamente, las que adquiere el sistema bancario desde el 4 de agosto. Más ilustrativo: se torna ilógico desde el punto de vista económico-financiero que usted compre determinado producto a 120 CUP y a seguidas lo expenda a 80 o 100.
Por unos instantes, le sugiero que se ponga en la piel del Estado. ¿Qué hubiera pasado si este hubiera definido un tipo de cambio de compra muy por debajo al del mercado informal? De seguro, los empleados bancarios y de Cadeca S. A. entrarían de un bostezo a otro detrás de las ventanillas de cristal.
Por consiguiente, debía establecerse un tipo de cambio de compra (fijado en 1 USD por 120 CUP), que incentivara la venta por parte de los potenciales interesados y, a la postre, captar esas divisas que drenan en el mercado informal, donde gobierna la ilegalidad.
Como afirmó la dirección del BCC días atrás, las oficinas de Cadeca S. A. y con posterioridad los bancos, cuando estos se incorporen al proceso, venden lo que haya comprado el sistema bancario, en general, en jornadas precedentes; o sea, el mercado debe sustentarse por sí mismo, opera con sus propias fuentes.
El motivo lo expuso Alejandro Gil en reciente comparecencia televisiva. A dicho mercado no se le pueden destinar las escasas divisas disponibles por Cuba, dedicadas a financiar, entre otras prioridades, la canasta familiar normada, el combustible importado y la imprescindible rehabilitación del sistema electroenergético nacional, de cuyo real estado dan cuenta hoy los apagones.
A pesar de no constatarse una avalancha de personas para vender divisas en las unidades seleccionadas, según fuentes del BCC sí se reporta un ascenso en la captación de monedas extranjeras; evidente en que sin haberse cumplido los primeros 20 días de aplicado el nuevo tipo de cambio para su compra, el Estado adquirió 10 veces más divisas con respecto a un mes, cuando el tipo de cambio oficial aprobado era de 1 USD por 24 CUP.
Justamente, la cantidad de divisas compradas permitió el inicio de la venta a las personas naturales en 37 unidades de Cadeca S. A. en el país; aunque todavía la oferta se comporta inferior a la demanda de la ciudadanía. (Tomado de Radio Sancti Spíritus).