Camilo Cienfuegos, presente cada día

Foto: archivo

Por: José Rafael Gómez Reguera

Camilo, sencillamente Camilo. Su nombre es reconocido incluso por los más pequeños que se acercan a su vida y obra desde el hogar, desde la escuela. Las tareas docentes, dentro y fuera del aula, les vinculan con una figura icónica de la Revolución cubana, vinculada con Fidel, Raúl, Almeida y el Che, entre muchos otros.

Camilo Cienfuegos es la imagen del pueblo. Y como dijo Fidel, en el pueblo hay muchos Camilo. Lo dijo por su valentía y arrojo, su decisión de luchar y vencer. Y proverbial es la frase del Héroe de Yaguajay cuando dijo que contra Fidel no estaría ni en la pelota.

En el estadio Latinoamericano (conocido por entonces como Estadio del Cerro), y en un enfrentamiento entre el equipo beisbolero de la Policía Nacional Revolucionaria y el de los Barbudos, compuesto por integrantes del Ejército Rebelde, los lanzadores anunciados fueron Fidel Castro y Camilo Cienfuegos.

Llegado el turno de Camilo de salir al terreno, vestía el uniforme de los Barbudos. Y ahí sobrevino la histórica frase, cuando el Señor de la Vanguardia diría a los reporteros presentes: “Yo no estoy contra Fidel ni en un juego de pelota”.

Dispuesto a enfrentar cualquier misión, por riesgosa que fuera, se fue al legendario Camagüey, como Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde para enfrentar el intento de sublevación de Hubert Matos. El avión en que viajaba desapareció el 28 de octubre de 1959 en un viaje desde Camagüey a La Habana y nunca fue encontrado. Intensas fueron las búsquedas. Y desde entonces, cada 28 de octubre, las flores inundan los ríos y llegan al mar para su querido Camilo.

Su amplia sonrisa y su sombrero alón han quedado atrapados en las mentes y los corazones de los cubanos. Se le evoca mucho más allá de una jornada de octubre pues él nos convoca al esfuerzo continuo. Presentes están su sentido del humor, y el respeto y fidelidad que Fidel le inspiró desde el principio. Y así le rememoramos. Como dice la canción de Carlos Puebla,  Te canto, porque estás vivo, Camilo / Y no porque te hayas muerto…