Privilegiada con el milagro de cantar y componer, la reconocida y amada por su pueblo, María Victoria Rodríguez Sosa, regaló su arte por primera vez a los trinitarios que le mostraron afectos y la premiaron con ovaciones y aplausos en el Teatro La Caridad, de Trinidad de Cuba
Por: Alipio Martínez Romero
Al público de distintas edades dedicó temas musicales de su autoría como “Vengo”, y de la creación de diversos compositores del pentagrama cancionístico de la campiña y el bolero, entre otros géneros.
Su presentación la compartió con los integrantes del proyecto “Soneros del Valle”, y los niños y niñas de la agrupación infantil “Pequeños Manacanabos”, de la comunidad trinitaria de Condado.
En la Casa de la Trova de la Sucursal ARTEX Sancti Spíritus, intercambió con los grupos musicales “Convergencia”, y “Biankome (nombre de tambor de procedencia africana), y con el distinguido músico trinitario Carlitos Irarragorri, quien le reseñó historias del quehacer musical de esta tercera villa de la isla caribeña.
La versátil cantante cuyo timbre es comparado con el de la desaparecida Celina González, La Reina de la Música Campesina, quien la reconoció como su más fiel heredera, refirió su herencia artística desde el íntimo legado de sus propios padres, inspiración que la acompañan en sus itinerarios por numerosos países del mundo.
Rodríguez Sosa, considerada en los Estados Unidos “La Reina del Son”, atesora también el titulo de la Voz de Oro de nuestra música campestre, en 2019 alcanzó el Premio Cubadisco en la categoría Tradición Sonera y Campesina por su CD “Entre cuerdas”.
Durante su estancia por la Ciudad Museo del Caribe, recorrió su centro histórico, en tanto las Inolvidables experiencias vividas, le gustaría repetir muchas veces, para conocer más de las tradiciones, de la rica cultura y arte de esta urbe, de sus habitantes que la acogieron con cariño y respeto y de quienes se despidió con el sabor de la miel, de la alegría y del regreso.