Créditos bancarios: Reordenamiento necesario

Muchos clientes aún acuden a las sucursales del banco a solicitar créditos. Fotos: Oscar Alfonso Sosa / Escambray.
Muchos clientes aún acuden a las sucursales del banco a solicitar créditos. Fotos: Oscar Alfonso Sosa / Escambray.

En medio de la recesión económica que vive el país, el otorgamiento de créditos bancarios —con cierto despegue durante la última década— ha necesitado reorganización porque no pocos clientes pedían esos préstamos y, por ejemplo, en lugar de construir, adquirían un televisor, una lavadora o cualquier otro bien

Por: Mary Luz Borrego

En medio de la recesión económica que vive el país, el otorgamiento de créditos bancarios —con cierto despegue durante la última década— ha necesitado reorganización porque no pocos clientes pedían esos préstamos y, por ejemplo, en lugar de construir, adquirían un televisor, una lavadora o cualquier otro bien.

Además, los montos a solicitar se multiplicaron debido al reordenamiento monetario, que elevó los salarios y, por ende, la capacidad de pago de la mayoría, sin mencionar que las tendencias migratorias dejaron algunas cuentas pendientes.

Todo ello y más obligó a repensar detalles de estas políticas crediticias para atar cabos sueltos en una demandada opción que, desde el 2011 a la fecha, ya suma la nada despreciable cifra de más de 52 000 créditos, aprobados fundamentalmente para comprar materiales de la construcción y pagar mano de obra.

“Había que reorganizar el otorgamiento de los créditos bancarios, lo que implicó medidas más restrictivas del banco para fortalecer el control del dinero que se pondría a disposición de las personas, controlando fundamentalmente el destino de estos financiamientos. Es un secreto a voces que algunas personas cogían el dinero para otro fin que no era la compra de materiales de la construcción. De un tiempo a esta parte han surgido muchas cosas nuevas y el banco no puede ser el que financie ilegalidades”, reflexiona Yeney Ceballos, jefa del Departamento de Banca Personal en la Dirección Provincial del Banco Popular de Ahorro.

Y agrega: “Los bancos han tomado medidas en dos sentidos, primero, controlar que estos financiamientos se utilicen con la finalidad con que fueron aprobados; y, segundo, que en ningún caso su salida fuese en efectivo, potenciando que los pagos sean a las cuentas corrientes de los vendedores, tanto estatales como privados.”

Yeney Ceballos, jefa del Departamento de Banca Personal en la Dirección Provincial del BPA.
Yeney Ceballos, jefa del Departamento de Banca Personal en la Dirección Provincial del BPA.

Pero algunas personas comentan que ya no se otorgan créditos.

Nunca se ha detenido el otorgamiento de créditos, aunque en mucha menor magnitud por la falta de materiales de la construcción por todos conocida. Incluso nuestra provincia es una de las de mayor crecimiento en este servicio en relación con el resto del país.

En el caso de los créditos para el consumo ha habido poca demanda por la falta de bienes para satisfacer las necesidades de los clientes. Además, se aprecia una resistencia a recibir pagos mediante cheques y transferencias por parte de los cuentapropistas porque así se registra en su contabilidad y tienen que incluir esos montos en la Declaración Jurada de fin de año; entonces prefieren el pago en efectivo.

En total, al finalizar el mes de noviembre se han otorgado en todas las modalidades más de 1 100 créditos, por un monto de alrededor de 53 millones de pesos.

 ¿En qué consisten las verificaciones actuales que realiza el banco?

Por el camino se han ido ajustando los mecanismos porque esas normas las escribe un ser humano y las revisa un equipo de trabajo al que se le pueden escapar determinados aspectos. Por ejemplo, si ves que la erogación de dinero es muy grande y no existe oferta en las tiendas te preguntas dónde está ese dinero porque puede pasar a formar parte de la inflación y nosotros no podemos contribuir a ese proceso.

Entonces se instrumentaron las verificaciones físicas a los financiamientos en el terreno. Tenemos que visitar a los clientes y revisar lo que van a hacer con el crédito. Si lo piden para pagar mano de obra tiene que ser a un albañil con patente porque tienen que presentar los documentos de ese albañil. A ese cuentapropista es a quien se le emite un cheque o se le hace una transferencia a su cuenta corriente. Igual se procede si el pago es a una entidad estatal o a una mipyme.

En el caso de los materiales de la construcción que se compran en los patios, los pagos solo son con tarjetas magnéticas. También se agregó la obligación de presentar una ficha de costo con lo que la persona va a adquirir para verificar que coincida con el monto solicitado. Si el interesado va a sacar los materiales en los puntos de venta conocidos como el Patio tenemos que verificar que en ese lugar existan; y si es a un cuentapropista tenemos que revisar si realmente se dedica a producir ese surtido.

Pero así todo se complejiza porque puede que en meses no entre, por ejemplo, cemento al Patio, ¿de qué tiempo disponen las personas para utilizar el crédito?

Así mismo es. En el caso de los materiales de la construcción, les ponen el dinero en la tarjeta, pero las tomas no se les dan hasta que no estén los materiales disponibles. Tienen un año para utilizarlo y si no lo han gastado se cancela el dinero que queda disponible.

¿Qué solicitudes de créditos predominan en la actualidad y cuáles resultan los más novedosos?  

Los que más otorgamos son los relacionados con la compra de materiales de la construcción, pago de mano de obra y para financiar los proyectos de arquitectura. Estos representan más del 99 por ciento de los concedidos en lo que va de año.

Los más novedosos son los aprobados para adquirir bienes relacionados con la propiedad personal. Con estos los clientes pueden comprar cualquier bien de uso personal, pero en centros estatales, con cuentapropistas o mipymes.

Están aprobados otras modalidades de financiamientos, sin embargo, debido a la escasez de oferta, no se están otorgando; por ejemplo, los receptores de televisión digital y los calentadores solares. Los créditos solo se aprueban en moneda nacional y no para las tiendas en Moneda Libremente Convertible.

¿Los créditos para el consumo se pueden utilizar, por ejemplo, para adquirir mercancías a las personas que viajan al exterior o mantienen ventas de garaje?  

No. El principio para la aprobación de estos créditos es la licitud del negocio donde se va a adquirir el bien, por tanto, los vendedores tienen que estar debidamente acreditados ante todos los organismos competentes y poseer cuentas bancarias para recibir el dinero proveniente de los créditos.

¿Cuáles requisitos se exigen para otorgar créditos en la actualidad?

Lo primero es tener capacidad de pago para pedirlo. Lo segundo es tener garantías, se mantienen las mismas de antes: fiadores solidarios, cuentas de ahorro en pignoración del tipo que sean —incluidas las tarjetas magnéticas—, los automóviles, casas de descanso o veraneo.

Además, el interesado tiene que haber cumplido los 18 años de edad, residir en Cuba, estar civilmente capacitado, tener ingresos lícitos demostrables, fijos y regulares, y honrar con seriedad deudas bancarias anteriores.

¿Las tasas de interés cambiaron o se mantienen?

Se mantienen. En el caso de los bienes para el consumo, la tasa es un poco más alta que la de los créditos para materiales de la construcción. Las tasas se encuentran publicadas en el sitio web del banco.

¿De cuáles plazos dispone el cliente para amortizar su deuda?  

No existe un plazo de amortización mínimo o máximo para estos financiamientos. La cantidad de plazos en que se efectúe la amortización depende del resultado del análisis de riesgo que se realice, de la capacidad del pago del deudor y del límite de aprobación del Comité de Crédito que valora la solicitud de financiamiento.

¿Cuántos de los deudores no pagan estos préstamos?

Nuestra provincia se encuentra entre las de más altos índices de recuperación del país en los créditos otorgados a raíz de la nueva política bancaria. De todos los créditos otorgados solo está inmovilizado el 0.9 por ciento porque si no pagan se ejecutan las garantías. En última instancia, se realizan las acciones legales establecidas, incluidas la demanda a los tribunales competentes. En el caso de atrasos en los pagos, se aplica el 10 por ciento de recargo al importe de cada amortización.

Muchas personas quisieran préstamos para adquirir diversos bienes y poder disponer de ese dinero libremente como en otras partes del mundo.

Muchos quieren dinero para comprar una casa y otros bienes, pero el país no se ha pronunciado al respecto. Hasta ahora no se ha mencionado la posibilidad de abrir otra línea de créditos. (Tomado de Escambray).