La Tercera Villa de Cuba llega a sus 509 años de existencia con una belleza renovada, y con un amplio programa de actividades que incluye la Sesión Solemne de la Asamblea Municipal del Poder Popular, en el teatro La Caridad
Por: José Rafael Gómez Reguera
Cerca del mar y del monte, Trinidad resplandece. Arropada por las brisas del mar Caribe, y el verdor de las montañas del macizo Guamuhaya, la Tercera Villa de Cuba llega a sus 509 años de historia, tradiciones y leyendas, inmortalizada por poetas y escritores, amada por todos sus habitantes, deseada por personas de todos los confines del mundo.
Habitada por personas cariñosas y afables, la Ciudad Museo del Caribe ha comenzado un amplio programa de actividades que tuvieron su antesala en el XXXIV Coloquio de la Cultura Trinitaria, desarrollado viernes y sábado, en el Museo Nacional de la LCB, radicado en el antiguo convento de San Francisco de Asís, y prosiguieron en la jornada sabatina con presentaciones artísticas y una Gala que dio la bienvenida a este cumpleaños.
Esta mañana de domingo, se efectuará la celebración oficial, con la Sesión Solemne de la Asamblea Municipal del Poder Popular, máximo Órgano de Poder Estatal del territorio, a desarrollarse en el teatro La Caridad.
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Se abren así las cortinas de toda una semana de actividades de diversa índole, en la edición número 50 de la Semana de Cultura Trinitaria, dedicada a Carlos Joaquín Zerquera y Fernández de Lara” (Trinidad, 28 de noviembre de 1926 – Trinidad, 2 de marzo de 2009), quien dejara su impronta como Historiador Oficial de Trinidad desde 1967 hasta su deceso, impulsor de investigaciones para tratar de determinar la fecha exacta de su fundación, y creador, junto a otras personalidades, de estas celebraciones, los festejos de su tipo más antiguos de Cuba, en los cuales se destaca lo más representativo del alma trinitaria, distinguida por su singular arquitectura, su música, sus bailes y cantos tradicionales, la revitalizada artesanía, y no pocos reconocimientos mundiales que arrancaron tiempos ha con su declaratoria como Monumento Nacional de la República de Cuba.
A ellos les siguieron la de Patrimonio Cultural de la Humanidad, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el título de Ciudad Artesanal del Mundo, por parte del Consejo Mundial de Artesanías, adscrito a la UNESCO, y el otorgamiento del título de Ciudad Creativa en Artesanías y Artes Populares, por parte de esa propia organización.