Los primeros manifestantes llegados del interior de Perú entraron esta madrugada al campus de la Universidad Mayor de San Marcos, tomada horas antes por alumnos solidarios, que lo convirtieron en un gran alojamiento para los marchistas
OTROS MATERIALES DEL MUNDO
Vladimir Putin considera inevitable la victoria de Rusia sobre Ucrania Gobierno de México insiste en necesidad de liberar a Assange y acabar esa injusticia Sobresale desigualdad en Foro Económico Mundial de Davos Gobierno de Brasil alerta ante posibles nuevos actos golpistas de bolsonaristas Rusia: Senador Klishas propone endurecer requisitos de visados para Occidente
La Ciudad Universitaria los recibió con aplausos y lemas de lucha, cuando ingresaron los tres autobuses llenos de pobladores de la provincia de Canchis, una de las 14 de la región surandina de Cusco, uno de los bastiones de las protestas reiniciadas el 4 de enero.
Más de 300 cusqueños, muchos gente del campo, acamparon en jardines de la universidad y desde las primeras luces del día comenzaron a llegar colchones livianos, víveres, frutas, vegetales y otros productos aportados por la Federación de Estudiantes de la universidad más antigua de América para los huéspedes.
Entretanto, continuaron llegando autobuses, unidades ligeras y camiones atiborrados de manifestantes también de regiones como Apurímac, Ayacucho y diversas regiones, mientras están en camino cientos de delegaciones organizadas por provincias, principalmente del sur del país, pero también anunciaron que vienen del norte, el centro y la amazonía.
En todas las poblaciones fueron despedidos por sus pueblos con arengas y emocionados abrazos y hasta lágrimas y entre banderas peruanas rojiblancas y andinas multicolores.
Previamente, las comunidades de los viajeros hicieron colectas de dinero para pagar el transporte y proveyeron a los viajeros de víveres para el camino.
Los pueblos de la ruta los animan a su paso con aplausos las caravanas son aclamadas por los pueblos del camino, que les alcanzan agua y alimentos para el trayecto.
En el camino también han sufrido inconvenientes y demoras por sucesivos controles policiales que verifican la identificación de los pasajeros y en varios casos han detenido a quienes tenían órdenes de detención por cargos menores.
Ante la posibilidad que esos controles auguren el impedimento de la llegada de los marchistas a Lima, la Defensoría del Pueblo recordó al Gobierno y a la Policía que no pueden violar el derecho de los provincianos a viajar a la capital.
En Lima, una intensa campaña mediática de voces de derecha extrema insiste en considerar a priori que los manifestantes vienen a provocar violencia y piden al Gobierno medidas más drásticas contra ellos, pese a que dijeron en forma reiterada que vienen a protestar pacíficamente.
En la red Twitter, una madre provinciana pidió que, por favor, los manifestantes vuelvan con vida, alusión al hecho que se han registrado 48 muertes durante las dos oleadas de protestas, la primera en diciembre pasado, tras ser reemplazado el expresidente Pedro Castillo por quien era su vicepresidenta, Dina Boluarte.
Los visitantes, al igual que la Confederación General de Trabajadores, exigen la dimisión de Boluarte y su reemplazo por un nuevo titular del Congreso de la República que sea de consenso y garantice neutralidad en elecciones generales adelantadas cuya realización pronta también demandan. (Agencia Prensa Latina).