19 de enero de 1869: aniversario 154 de la publicación de “El Diablo Cojuelo”

El 19 de enero de 1869 fue publicado por José Martí y Fermín Valdés Domínguez por única vez “El Diablo Cojuelo”

Por: Rafael Novoa Pupo

A partir de la libertad de imprenta decretada en la isla el 9 de enero de 1869, José Martí y Fermín Valdés Domínguez publican el 19 de enero del mismo año el único número de “El Diablo Cojuelo”. En sus cuatro páginas, además del editorial, incluía varias notas satíricas sobre la prensa y acontecimientos de la época. Especie de volante cuyo título fue tomado de la novela homónima de Luis Vélez de Guevara, escritor español del siglo XVI.

En este primer y único número de “El Diablo Cojuelo”, Martí publicó su primer trabajo de corte político. En la parte inicial del mismo se refirió a lo que significaba escribir para los demás y afirmó: “Nunca supe yo lo que era público, ni lo que era escribir para él, más a fe de diablo honrado, aseguro que ahora como antes, nunca tuve tampoco miedo de hacerlo”.

También enjuició el contenido del documento del entonces Capitán General de Cuba en el que se patentizaban supuestas libertades y señaló al respecto: “Esta dichosa libertad de imprenta, que por lo esperada y negada y ahora concedida, llueve sobre mojado, permite que hable usted por los codos de cuanto se le antoje, menos de lo que pica; pero también permite que vaya usted al Juzgado o a la Fiscalía, y de la Fiscalía o el Juzgado lo zambullan a usted en el Morro, por lo que dijo o quiso decir.”

Y añadió Martí: “Más, volviendo a la cuestión de libertad de imprenta, debo recordar que no es tan amplia que permita decir cuanto se quiere, ni publicar cuanto se oye.”

Igualmente criticó a algunas de las publicaciones establecidas en La Habana, entre ellas el Diario de la Marina, acerca del que expuso: “El Diario de la Marina tiene desgracia. Lo que él aconseja por bueno, es justamente lo que todos tenemos por más malo. Y esto lo prueba “El Fosforito”. Lo que él vitupera por malo, es justamente lo que tenemos por bueno. Y esto lo pruebo yo. Quería censor; no hay censor. Dijo que la libertad de imprenta traía muchos males.

“Para él sí, para los demás no; porque gana el que escribe, puesto que puede escribir; gana el que imprime, puesto que no hay censura que le arrebate el trabajo, y gana el que lee, porque se nutre de las cosas buenas, y aprende a despreciar las malas. ¡Pobre Diablo!”.

La llamada libertad de imprenta duró solo unas semanas. A esta desde el principio se opusieron los círculos integristas de la prensa, comerciantes españoles y el cuerpo de voluntarios.

El Diablo Cojuelo tenía tanto valor patriótico como literario o periodístico; se ha dicho de ese único ejemplar que son marcas martianas de sus «primeras manifestaciones en prosa contra el régimen colonial y a favor de la independencia de Cuba». (Con Información de Habana Radio y Agencia Cubana de Noticias).